Leonel pide al Gobierno preservar los programas sociales en medidas contra la crisis

Redacción/elCorreo.do
SANTO DOMINGO: El expresidente Leonel Fernández advirtió este lunes al Gobierno evitar que las medidas necesarias para enfrentar el déficit fiscal provocado por los efectos económicos de la pandemia de coronavirus afecten los programas sociales.
Fernández sostuvo el virus económico de la pandemia “requiere de una vacuna que, por encima de todo, preserve los programas de protección social. Estos tienen para la sociedad dominicana el efecto del ventilador en las salas de cuidados intensivos”.
El líder del partido Fuerza del Pueblo (FP) aseveró que si a la precaria situación fiscal de la economía dominicana se le añade, para este 2021, una situación de menores recaudaciones y mayor gasto público “parecería razonable formularse la siguiente pregunta: ¿Cómo va a continuar operando la economía dominicana en estos tiempos de pandemia?”
Respondiéndose a su interrogante, el ex gobernante señaló que resulta difícil imaginarlo, “porque de entrada se requiere más de 291 mil millones de pesos para financiar el presupuesto, el cual resulta deficitario”.
“Para hacerlo”, planteó en su columna que publica en el matutino Listín Diario, “habría que realizar nuevas emisiones de bonos en los mercados de capitales y nuevos acuerdos con los organismos multilaterales, como el Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial”.
“Para el endeudamiento interno, se estima también un financiamiento a través de la colocación de bonos en el mercado local por más de 91 mil millones de pesos. Eso, naturalmente, incrementará la deuda aún más, la cual ya se encuentra en cerca del 70 por ciento del PIB, comprometiendo la mitad de los ingresos tributarios en el de pago de sus intereses y amortización”, significó.
La agencia Fitch
Para robustecer sus planteamientos, Fernández citó un enfoque de la agencia calificadora Fitch, la que manifestó en días pasados su alta preocupación, declarando que “la deuda dominicana pasó de perspectiva estable a negativa”.
Estimó que el anterior criterio de la agencia “parece desprenderse de un análisis del presupuesto del Estado para este año, 2021, de que para procurar recursos y ejecutar las obras que se han prometido realizar, el gobierno tendría que, forzosamente, tomar una serie de medidas que resultan delicadas y riesgosas”.
Dijo que la primera podría ser la reducción de los servicios sociales, previsto en la disminución del gasto público para este año, de más de 137 mil millones de pesos, lo que provocaría descontento y malestar social.
La segunda, provocaría no ajustar por inflación los salarios y pensiones, lo cual afectaría la base de la pirámide social o a los más vulnerables.
La tercera, sería un aumento de los ingresos, por más de 135 mil millones de pesos, los cuales se obtendrían en base a la venta de activos de la CDEEE y de Fonper por unos 76 mil millones de pesos.
Eso está aún por aclararse, pues implicaría una enajenación masiva de bienes públicos, en tanto que la cuarta sería un acuerdo de adelanto de pago de impuestos por los próximos dos años con la Barrick Gold por un monto mayor de 8 mil millones de pesos.
“Todavía faltan 51 mil millones de pesos previstos de ingresos que por falta de información del Ministerio de Economía y Planificación no se sabe aún cuál sería su fuente de procedencia.
Impacto devastador
Fernández reconoce que el impacto económico de la crisis del coronavirus ha sido devastador para el país, precisando que el año pasado se produjo una contracción de -6.7 por ciento del PIB, la mayor desde la Revolución de Abril de 1965, es decir desde hace 55 años.
“Eso significó que el PIB nominal en dólares, como recientemente publicó el Banco Central, disminuyera de 89 mil millones de dólares a 79 mil millones, una reducción de 10 mil millones de dólares”.
Indicó que los sectores más afectados han sido los de hoteles, bares y restaurantes (turismo), con un derrumbe de -47 por ciento; construcción, -16.7 por ciento; minas y canteras, -13.6 por ciento; servicios, -11.9; transporte y almacenamiento, -9.5 por ciento; zonas francas, -6.6 por ciento; comercio, -4.2 por ciento; y manufactura local, con -3.7 por ciento.
Empero, dijo que era preciso reconocer que desde el mes de octubre del año pasado, “algunos de esos sectores, como construcción, zonas francas y manufactura local han iniciado un gradual proceso de reactivación”.
Manifestó que, junto a la caída del PIB, se ha generado una grave situación de disminución de las recaudaciones, lo que ha dado lugar a un déficit fiscal equivalente al 7.4 por ciento del producto.
“Eso es particularmente preocupante ya que aún, desde antes de la pandemia, la República Dominicana presentaba la peor combinación en América Latina entre presión y gasto tributarios”, significó.
Recordó que de una presión de 13.7 por ciento del PIB, muy por debajo del promedio latinoamericano de 21.0 por ciento, el país descendió el pasado 2020, a solo 11.7 por ciento.