Redacción/elCorreo.do
SANTO DOMINGO: El exsenador por la provincia La Romana, Iván Silva, afirmó que la empresa minera de capital canadiense Barrick Gold, no solo enfrenta el rechazo de las comunidades afectadas, sino que, además, logró establecer relaciones de dependencia con políticos de la provincia Sánchez Ramírez.
“En Cotuí, los tres diputados y el alcalde son empleados de la Barrick Gold, lo que representa un evidente conflicto de intereses que afecta cualquier intento de mediación a favor de las comunidades”, afirmó el también dirigente del PRD.
Indicó que el conflicto se ha intensificado tras la llegada de maquinarias pesadas y un contingente militar para iniciar la construcción de una segunda presa de cola, acción que ha sido rechazada por los residentes de las comunidades cercanas.
Señala que los lugareños alegan que no se les ha ofrecido un pago justo por sus tierras, temiendo las consecuencias que esto podría generar.
Silva también criticó la falta de transparencia por parte de la empresa Pueblo Viejo Dominicana, de la dijo desconocer si es nacional o extranjera, “porque nunca han clarificado quiénes son sus verdaderos dueños”.
De igual manera, el exsenador denunció que la presidenta de Pueblo Viejo Dominicana, Juana Barceló, habría ordenado reprimir a los comunitarios tras una reunión en la que participaron líderes locales y religiosos.
“La señora Barceló dio la orden y luego comenzaron los disparos y el lanzamiento de bombas lacrimógenas, incluso dentro de las casas de los propietarios de los predios que quiere adquirir la empresa”, agregó.
