
Redacción/elCorreo.do
SANTO DOMINGO: El toque de queda que empezó a regir desde las 12:00 del mediodía de este sábado ha dado inicio a dos fines de semanas que en la práctica significan un cierre de la República Dominicana, dispuesto por las autoridades con el propósito de hacerle frente a la expansión del COVID-19.
Como consecuencia del desborde de la población registrado durante el pasado mes de diciembre, los dominicanos pasarán uno de los períodos de encierro domiciliario más prolongado desde el inicio de la pandemia.
Desde este sábado y domingo, al igual que en el venidero fin de semana, los residentes en la República Dominicana cumplirán uno de los más rigurosos confinamientos, que abarcan hasta las 5:00 de la madrugada siguiente.
La medida fue dispuesta por las autoridades sanitarias del país para tratar de contener el rebrote de infectados de COVID-19, que ya ha provocado 172,218 contagiados desde marzo último y 2,416 fallecidos.
Este confinamiento fue dispuesto mediante decreto emitido por el presidente de la República, Luis Abinader, a mediados de la semana que termina este sábado acogiendo recomendaciones del Gabinete de Salud.
Este organismo fue creado por el Ejecutivo, teniendo como coordinadora principal al vicepresidente de la República, Raquel Peña.
Este decreto estableció que “los sábados 2 y 9, así como los domingos 3 y 10 de enero del año en curso, el toque de queda será desde la 12:00 del mediodía hasta las 5:00 a. m.”.
También, que desde el día primero hasta el próximo 10 de enero, los bares, restaurantes y colmadones no pueden recibir clientes que consuman en sus instalaciones los productos que adquieran.
Las actividades del sector turístico continúan, pero manejándose con un protocolo especial.
Otras limitaciones
De igual manera se dispuso el cierre de todos los espacios públicos abiertos al aire libre, tales como parques, malecones, gimnasios y los dedicados a prácticas deportivas, solo con la excepción del actual torneo de béisbol profesional sin asistencia de público, entre otros.
También se ordenó la suspensión de las actividades de las diferentes iglesias o denominaciones religiosas de todo tipo, lo que de inmediato produjo una reacción de rechazo por parte de la Iglesia Católica, indicando que no fue consultada el respecto.
El uso obligatorio de mascarillas en lugares públicos y privados fue ratificado, así como las demás medidas y protocolos de distanciamiento social adoptados por las autoridades correspondientes.
La inobservancia de estas medidas es sancionada con las disposiciones que
El descontrol
Pese a las advertencias y orientaciones de las autoridades de un posible rebrote de contagios y hospitalización de enfermos del coronavirus, la población prestó poca atención y continuó aglomerándose de manera imprudente.
Los días de Nochebuena y Navidad rompieron parámetros, provocando que los centros asistenciales y privados incrementaron los internamientos y colocación en las salas de cuidados intensivos una cantidad cada vez más elevada.
Los boletines diarios del ministerio de Salud así lo han venido señalando durante las últimas semanas, provocando el inicio dos fines de semana que en la práctica significan un virtual cierre de la República Dominicana con el propósito de hacerle frente a la expansión del COVID-19.
La situación ha alcanzado tal nivel de preocupación, que la casi totalidad de efectivos militares y policía han tenido que incorporarse al patrullaje a pie y motorizado en los barrios populares de todo el país.
Pero aun así, decenas de ciudadanos (hombres y mujeres de diferentes edades), desafiaron el toque de queda para esperar en grupos, ingiriendo bebidas alcohólicas, para esperar el nuevo año.
Debido a este evidente desafío a las autoridades, la Policía Nacional informó el arresto de 2,770 personas, la retención de ciento de motocicletas y cerca de una veintena de autos.
Durante el horario del toque de queda sólo se permite la circulación de:
- a) Personas dedicadas a los servicios de salud, tales como médicos, enfermeros, bioanalistas, personal paramédico y personal farmacéutico.
- b) Personas con alguna emergencia médica que necesiten dirigirse a algún centro de salud o farmacia.
- c) Personas dedicadas a labores de seguridad privada debidamente identificadas.
- d) Miembros de la prensa y demás medios de comunicación debidamente acreditados.
- e) Operadores de vehículos y técnicos de empresas e instituciones prestadores de servicios de energía, agua, telecomunicaciones y recogida de desechos sólidos debidamente identificados, exclusivamente durante el ejercicio de sus funciones laborales.
- f) Operadores de vehículos dedicados a la distribución urbana e interurbana de mercancías, insumos y combustible debidamente identificados exclusivamente durante el ejercicio de sus funciones laborales.
- g) Personas que laboran en la industria y comercio de alimentos y productos médicos y farmacéuticos y estén en tránsito hacia y desde sus lugares de trabajo, siempre que porten identificación de una empresa autorizada por la Comisión de Alto Nivel para la Prevención y Control del Coronavirus.
- h) Pasajeros internacionales y operadores de vehículos particulares o comerciales que estén trasladando a éstos, así como empleados del sector de transporte marítimo y aéreo debidamente identificados en tránsito hacia o desde puertos y aeropuertos.
- i) Empleados de empresas que brindan servicios funerarios, exclusivamente durante el ejercicio de sus funciones laborales.
- j) Empleados o contratistas de los sectores de hotelería, minería y zonas francas, exclusivamente durante el ejercicio de sus funciones laborales.
No sólo en RD
Según los despachos noticiosos procedentes desde Oceanía hasta América, el mundo recibió el Año Nuevo bajo restricciones debido a la pandemia.
Sin embargo, muchos tienen la esperanza puesta en un 2021 en el que el virus comience a dar tregua, ante el inicio de los programas de vacunación en algunos países.
Observadores han opinado que si el pasado 2020 fue un periodo atípico, las celebraciones de fin de año no podían ser diferentes.
Por eso la mayoría de países vive la temporada bajo confinamiento, veto a algunos viajes internacionales y toques de queda, entre otras restricciones, en un intento por contener el impacto de la pandemia.
Los habituales espectáculos de fuegos artificiales, desde el Times Square, en Nueva York, y hasta la bahía de Sydney, Australia, también reflejaron en esta ocasión las nuevas limitaciones.