Frank NuñezPerspectiva

Preocupaciones de David Ortiz

Por Frank Núñez

Colaboración/elCorreo.do

PERSPECTIVA: Para las capillas de intelectuales dominicanos y hasta en el liderazgo político local debiera ser motivo de reflexión que un flamante miembro del Salón de la Fama de las Grandes Ligas del Béisbol de los Estados Unidos, como lo es David Ortiz Arias, exprese su preocupación por el drama que vive la juventud de la República Dominicana, cuyo porvenir vislumbra entre la nebulosa y la incertidumbre.

“Me preocupa la juventud de la República Dominicana y lo que viene en el futuro”, comentó el afamado ex toletero de los Medias Rojas de Boston, en la Gran Carpa, y de los Leones del Escogido en la pelota criolla. Y ciertamente, para los que nos formamos en pasadas generaciones, sobre todo los que fuimos niños en los 60, adolescentes en los 70 y jóvenes en los 80, percibimos a muchos de los nacidos en este siglo XXI atrapados en un callejón sin salida.

La segunda mitad del siglo XX fue una etapa de sueños juveniles en todos los aspectos de la vida. Si te tirabas por el camino de la religión, allí te esperaban congregaciones entregadas a la fe verdadera, sin más pretensiones que el interés por el crecimiento espiritual. En el deporte encontrabas la disciplina para “la mente sana en cuerpo sano”. La política era el instrumento para transformar la sociedad, liberándola de la opresión en una lucha para disminuir, por la vía de las armas o de la lucha cívica, las desigualdades que dividían a los seres humanos.

Esa generación de los que hoy son cincuentones, sesentones y hasta setentones, no necesitaba en su juventud de estupefacientes para entrar en éxtasis, debido a que estaba narcotizado de proyectos libertarios, amor por los estudios, pasión por los deportes, devoción por lo sagrado, mientras varones y hembras lucían convencidos de que terminarían unidos en un hogar hasta que la parca hiciera una de las suyas.

Es por eso que hay que entender al nuevo miembro de Cooperstown, ahora en su ejercicio de filosofía humanista. Para los jóvenes de hoy no hay certeza. “Nada es verdad ni mentira”. Hasta lo que tiene que ver con su sexualidad se balancea entre las dudas y las ambigüedades. Eso es lo que ha traído el nuevo orden mundial. Y la juventud dominicana no escapa a esa situación, mientras la clase intelectual, la política y hasta la religiosa parece no darse por enterada.

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“Me preocupa la juventud”, insistió David en su entrevista publicada este lunes en el matutino Diario Libre. Y argumentó a seguidas: “Es que la juventud es la fotocopia de lo que vamos a ser dentro de 20 años. Como país hemos avanzado, gracias a la generación de la gente como nosotros, que se preparaba y tenía visión futura. Pero y me pongo a ver en lo que está la juventud y no veo el norte”.

Además de hacer una crítica a la manera realenga e irreverente en la forma de divertirse la muchachada, en la que todo el mundo anda “en perreo, en rulay, en yo soy la mami chula y yo soy el tipo que la tiene”, también consideró dañino para la sociedad que aspiren a convertirse en millonario de la noche a la mañana sin ningún tipo de sacrificio”.

El ex pelotero observa que en su gran mayoría “la gente quiere ser rica, famosa, pero la gente no cree en los procesos y por eso tantos jóvenes están muriendo, están metidos en problemas, tantas familias están desaparecidas, pero es que todo tiene que tener un proceso. Nada en la vida viene sin procesos. Los procesos son los que te hacen cuidar lo que logras”.

El propio David se pone como ejemplo con el estilo filosófico que asumió al esperar que su elección al Salón de la Fama llegara a su debido tiempo, sin desesperarse ni adelantarse a los acontecimientos. “Me gusta primero que las cosas se den antes de yo ir a poner un huevo hablado y diciendo. Pero es que los números míos eran demasiado acelerao. Yo puse buenos números y eso es lo que exige Cooperstown”, indicó.

Fuera bueno que los intelectuales, psicólogos sociales, sociólogos y toda gente pensante que le preocupa el futuro de la sociedad reflexionara en las palabras del deportista y filántropo David Ortiz Arias. Pero sobre todo los líderes políticos que hablan de mejorar la sociedad. Sus palabras provienen de un hombre sumamente rico y famoso, que además de disfrutar la vida y ayudar al prójimo como Dios se lo permite, dedica tiempo para externar sus preocupaciones sobre el destino de nuestra juventud.

Ojalá que las palabras del astro no caigan en el vacío.

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