Colaboración/elCorreo.do
PERSPECTIVA: “Las promesas que hicieron ayer los políticos son los impuestos de hoy”. William L. Mackenzie King, abogado y político estadounidense.
En un episodio que pudiera ser el único en los anales de la historia política de la humanidad, el mundo se convirtió en testigo directo de lo acontecido este pasado viernes 28 de febrero en el Despacho Oval de la Casa Blanca, donde el residente y el vicepresidente de los Estados Unidos, Donald Trump y JD Vance, humillaron (literalmente), al «presidente» de Ucrania, Volodímir Zelenski.
El líder del régimen ucraniano asistió a la Casa Blanca para firmar con Trump el acuerdo de tierras raras y minerales críticos, reunión que terminó como decimos por aquí en el patio como “la fiesta de los monos” a rabazos limpios, pues comenzó con gritos y terminó con la salida intempestiva de Zelenski, y según fuentes enteradas de los entresijos de dicha situación, Zelenski y su comitiva fueron mandados a expulsar del recinto de la Cosa Blanca, por órdenes directa del presidente.
El dramático episodio ocurrido este viernes, donde obviamente se abre un espacio de poca amistad entre el régimen de Kiev y la Casa Blanca, contrasta con la establecida hasta el pasado 20 de enero, donde bajo la administración demócrata de Joe Biden, presentaban a Zelenski como el nuevo salvador y líder del mundo libre, aplausos y pleitesías en el Congreso de los Estados Unidos, se le trataba más que como presidente, se le trataba como un rey, un héroe y no escatimaban recursos económicos y armamentismos para mantener el enfrentamiento bélico contra Rusia, en definitiva Biden malcrió a Zelenski.
A partir del 20 de enero, con la juramentación del nuevo inquilino de la Casa Blanca, el panorama cambió dramáticamente para Zelenski, pues en su campaña electoral Trump prometió que detendría esa guerra, pues era un conflicto en el cual el único que estaba aportando recursos para ese conflicto eran los Estados Unidos, mientras la Unión Europea era el «testigo beneficiado».
Según los cálculos de Donald Trump, la administración demócrata destinó más de 500 mil millones de dólares a Ucrania, sin ningún tipo de compromiso para el régimen de Kiev, de que devolvieran ese dinero a los Estados Unidos.
Mientras Trump afirma que la pasada administración demócrata a Ucrania le fueron destinados más de 500 mil millones de dólares, el régimen de Kiev solo reconoce haber recibido 100 mil millones de dólares, y que casi la mitad de esos fondos, no tienen conocimiento de donde fueron a parar.
Todo el escenario cambió desfavorablemente para Zelenski
Con la previa intención de Trump de finalizar el conflicto Rusia-Ucrania, y lo ocurrido el viernes en la Oficina Oval, a donde llegó Zelenski como invitado, y salió de ahí botado, no sin antes Trump y Vance, haber barrido el piso con él, humillado y probablemente, Zelenski está acabado.
Con lo ocurrido el viernes allí se reafirma la manida frase de “Estados Unidos de América no podrán tener amigos eternos ni enemigos perpetuos, lo único eterno y perpetuo son nuestros intereses”.
