La sociedad dominicana necesita que se le den respuestas convincentes sobre las causas de la peor tragedia que ha vivido este país cuando menos en los últimos 100 años.
Esa necesidad tiene que ser suplida de una manera expedita, pero sin festinar las investigaciones.
Es la única forma de llevar un poco de alivio a quienes perdieron sus seres queridos aquella fatídica madrugada del 8 de abril, cuando se vino abajo el techo de la discoteca Jet Set, causando la muerte instantánea a más de doscientos dominicanos y extranjeros.
Y es que, según las conclusiones, entre las 230 víctimas mortales figuran 19 extranjeros de diversas nacionalidades, lo que dimensiona la tragedia a nivel internacional.
El informe emitido por una comisión de expertos sugiere que el desplome se debió a la antigüedad del local, lo que pudiera ser perfectamente posible.
Sin embargo, en el país existen edificaciones de más de 500 años de antigüedad y siguen en pie.
Hay que seguir profundizando para que no surjan murmuraciones y conclusiones retorcidas.
