¿Si se trató con Canadá asunto de oficina para Haití, es una pose interna reacción del Gobierno?

Redacción/elCorreo.do
SANTO DOMINGO: Según una crónica publicada por el diario Miami Herald, la ministra de Exteriores de Canadá, Mélanie Joly, se reunió con su par dominicano Roberto Álvarez para tratar el tema de la crisis haitiana.
“Joly incluso aprovechó la oportunidad para dar las gracias a su homólogo, el ministro de Asuntos Exteriores dominicano Roberto Álvarez Gil”, precisa la nota bajo la firma de su reportera Jacqueline Charles.
Indica que luego de esa reunión, el Gobierno de Canadá anunció que coordinará la ayuda internacional a la Policía Nacional de Haití, abriendo una oficina en la República Dominicana, pero esta instalación fue rechazada públicamente por sectores sociales y luego el gobierno dominicano.
El jueves se indicó que Joly sería la encargada de liderar una unidad conjunta de coordinación de la seguridad, ya que, para el apoyo de Canadá a Haití «sea eficaz», debe «estar bien coordinado e integrado».
«Queremos tener esta célula de coordinación en funcionamiento este verano en República Dominicana», dijo la canciller canadiense al citado periódico estadounidense.
Luego del anuncio, funcionarios dominicanos anunciaron que el país no acordó el centro de ayuda.
Entre estos estuvo el propio Álvarez, quien en su cuenta de Twitter declaró que no ha autorizado a Canadá la instalación de una oficina en sl país con el objetivo de atender a la Policía Nacional de Haití.
Igualmente se pronunció el vocero del Gobierno y director de Estrategia y Comunicación de la Presidencia, Homero Figueroa, quien dijo que por razones históricas, el país no puede participar en ninguna iniciativa que la comprometa en realizar acciones directas en Haití.
El primer ministro de Haití, Ariel Henry y el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, han pedido durante meses una nueva misión internacional para estabilizar la nación más pobre del hemisferio occidental, que se ha visto afectada por la violencia de las pandillas, el empeoramiento de la situación de salud pública y la inestabilidad política.
El país no ha celebrado elecciones nacionales desde 2016, ni ninguna nación aún se ha ofrecido a liderar la fuerza, pero Canadá, Francia y Estados Unidos, han dicho que apoyan dicho plan.