Roberto Rosario y Pelegrín Castillo rechazan el proyecto permite a miles de refugiados entrar al territorio nacional

Redacción/elCorreo.do

SANTO DOMINGO: Aunque por separado, los dirigentes políticos opositores Roberto Rosario Márquez, y Pelegrín Castillo Semán, coincidieron este miércoles en rechazar el proyecto sobre trata de personas que cursa en el Senado, al considerar que atenta contra la identidad nacional y constituye un grave peligro contra la soberanía y la integridad territorial.

Rosario, es un alto miembro del partido Fuerza del Pueblo y ex presidente de la Junta Central Electoral, dijo que además de que “el Proyecto de Ley Integral sobre Trata de Personas, Explotación y Tráfico Ilícito de Migrantes”, constituye un peligro para la identidad dominicana.

“Esa iniciativa del Poder Ejecutivo es un incentivo a los nacionales de otros países y organismos internacionales adversos a nuestra nacionalidad, para legitimar la presencia de ilegales en territorio nacional”, precisó.

Al respecto, calificó el proyecto como “un caso típico electorero, que persigue congraciarse con gobiernos y organizaciones no gubernamentales”, que afirma auspician y presionan las autoridades dominicanas para que faciliten la migración masiva a nacionales haitianos.

Entiende que de aprobarse la propuesta gubernamental, se estaría desconociendo la Constitución y las leyes que rigen los derechos y requisitos para un ciudadano extranjero residir en territorio nacional.

Citó de manera especial la medida marcada con el número 8 del artículo 63, consistente en “proporcionar alojamiento en un albergue seguro especializado para víctimas de trata de personas, y tomando en consideración su identidad de género, orientación sexual diversa, edad y sexo”.

De su lado, Castillo Semán, quien es vicepresidente de la Fuerza Nacional Progresista, dijo que el proyecto manda “la peor señal en el momento más crítico”, por lo que pidió al presidente Luis Abinader “por el bien de la República, lo retire ese proyecto del Congreso Nacional”.

A su juicio, la iniciativa “es el resultado de la injerencia cada vez más agresiva de poderes extranjeros en asuntos que son del dominio reservado de los estados”.

El ex ministro de Energía y Minas considera que la propuesta legislativa, en las presentes circunstancias de crisis por la que atraviesa Haití y la región Caribe, “fue concebida con el avieso y maligno propósito de convertir a República Dominicana en una nación de refugio”.

Calculó que, de ser aprobada, esa ley permitirá que el país reciba y asiente “millones de haitianos y de otras nacionalidades, lo que constituye un grave atentado contra la soberanía y la integridad territorial y demográfica de la República”.