Perspectiva

Recuerdo de un gladiador

REFLEXIONES/Por Bartolomé Castillo Garó

Colaboración/elCorreo.do

PERSPECTIVA: En los años previo a su vil asesinato, la vida de Lores Sánchez Terrero siempre estuvo bajo el manto del peligro. Con su estilo de hombre de campo, conocí a Lores como un excelente maestro constructor, oficio que no lo alejó de sus aspiraciones de hacerse de una carrera universitaria. Fue así que, al oficializarse el Liceo de su natal Enriquillo en 1965, fue de los que no quiso quedarse atrás y formó parte del grupo de jóvenes que se inscribieron para ser parte de esa promoción.

Ya antes, en 1963, Sánchez Terrero tuvo participación activa en uno de los focos guerrilleros encabezados por el patriota Manolo Tavárez Justo, en las lomas de Enriquillo. En este frente cayó abatido uno de sus compañeros compueblanos de guerrilla, siendo él detenido y trasladado amarrado al cuartel del Ejército Nacional del municipio. En el preciso momento de ser bajado de un camión, atado con soga de pies a manos, el autor de esta publicación, siendo un adolescente, fue testigo de excepción de lo ocurrido. A partir de esos acontecimientos su forma de vida cambió y vivió siempre bajo un manto de zozobras y amenazas.

Es en esos años, post revolución de 1965, que el maestro constructor se organiza en las filas del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), como una forma de poner en práctica sus ideales inspirados en la defensa de los más sanos intereses del pueblo dominicano. Este activismo político lo quiso manifestar a través de la denuncia pública, y es así que a mediados de los años 70 decide ser parte del prestigioso periódico El Sol, siendo incorporado a dicho medio de comunicación como corresponsal periodístico en Enriquillo. Ahí comenzaría su final.

En El Sol, Lores Terrero, rápidamente gana fama logrando sus reportajes, en varias ocasiones, agenciarse una “primera plana’’, como fue el caso de su valiente denuncia sobre el corte indiscriminado de árboles en la región.

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Su trágica muerte

Como ya he establecido, el interés principal de Lores Sánchez era hacer una carrera universitaria. Ese propósito siempre me lo manifestaba cuando tenía la oportunidad de visitarme en mi estadía de estudiante en Santo Domingo.

“Mi interés fundamental es hacerme abogado’’, con frecuencia solía decirme.  Es así que alrededor de 1979 decide inscribirse en la carrera de Derecho, en tanda sabatina, en la universidad Mundial de Barahona.

Para las elecciones del 16 de mayo de 1982, Lores Sánchez es elegido regidor por el PRD y es así que a la hora de su trágica muerte era presidente de la Sala Capitular del Ayuntamiento de Enriquillo. Su triste desenlace comienza la tarde de un fatídico sábado, 5 de marzo de 1983, cuando al salir de clases, fue víctima de varios tubazos que le propinó un desconocido’’, según reseñó en el periódico El Siglo el periodista Manuel Azcona.

En su publicación del lunes 7 de marzo de 1983, el periodista Azcona narra lo ocurrido, cito: “Sánchez Terrero, quien era estudiante de término de Derecho en la extensión de la Universidad Mundial de Barahona, fue atacado a tubazos en la cabeza por un desconocido de espesas barbas, unas gafas y un sombrero de ala ancha…’’.

El comunicador va a la parte médica: “Lores fue recluido a las 3:38 de la madrugada de ayer domingo en la sala de cuidado incentivo del hospital Darío Contreras…’’ y precisa que: “Nuestro corresponsal murió ayer (domingo, 6 de marzo) a las tres de la tarde en el hospital Darío Contreras, de la capital, luego que fuera transferido del hospital Jaime Mota, de Barahona, en estado muy delicado e inconsciente’’, terminó estableciendo Manuel Azcona.

En conclusión, y es la versión más admitida, Lores Sánchez Terrero fue asesinado por su aguerrida y responsable forma de actuar ante la problemática social y política del momento que le tocó vivir. ¡Loor a su memoria!

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