Luis EncarnaciónPerspectiva

Primer año de Luis: bien, pero cuidado…(¿)

SONDEO/Por Luis Encarnación P.

Colaboración/elCorreo.do

PERSPECTIVA: Somos de los que creen que el PRM no solo no estaba preparado para la gran responsabilidad de asumir el gobierno y encaminar el cambio que promovían, sino que hoy todavía en la organización liderada por Luis Abinader e Hipólito Mejía mucha gente no parecer tener claro por qué y por quién ganaron las elecciones.

Partiendo de ahí, pero muy especialmente del desastre económico y de la crisis sanitaria que heredaba el nuevo gobierno que tomaba las riendas de la nación, se entienden alegres, pobres y hasta innecesarios muchos elementos y argumentos esgrimidos para evaluar el primer año de gestión, que se cumple este 16 de agosto.

Con equipo nuevo, arcas vacías, ingresos en el suelo y la responsabilidad de darle el frente a una pandemia de impredecible magnitud y duración, lo sensato sería considerar que solo con que Abinader y los responsables directos manejaran con éxito el serio problema del covid-19, era suficiente para que el gobierno aprobara con buenas notas su primer año de gestión.

En ese sentido, y dada la circunstancia de los grandes riesgos de pérdidas de vidas humanas de por medio, lo que el deber y la responsabilidad cívicos imponían a los dominicanos, en sentido general, era la colaboración y la comprensión para con las autoridades actuales, en un momento especial, de emergencia y de crisis, antes que la crítica subalterna, dañina e hija de la pasión política.

En lo tocante a la crisis sanitaria, el gobierno, con todos los sacrificios económicos que eso implicaba y sin mayor disponibilidad, ha manejado bien y con responsabilidad la situación. De la colaboración de una parte importante de la población, que no reparó en riesgos ni en respetar las normas y medidas de control oficiales, no se puede decir lo mismo, porque ha dejado mucho que desear (¿).

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Sin mayor experiencia de Estado—que fue temor de muchos al principio, y aunque sí con una capacidad gerencial privada—, puede decirse que Luis Abinader ha ido saliendo a camino, incluso con mayor éxito del esperado al inicio por muchos escépticos. Mostrando gran madurez, dedicación extrema a las tareas oficiales y manejando todos los temas y frentes a un mismo tiempo, somos de opinión que en un año ya Luis aprendió a gobernar.

Quizá algunas cosas pudieron hacerse mejor—o diferente—, como el mandar a muchos técnicos y servidores públicos preparados para sus casas sin sus prestaciones, para hacerle espacio a algún amigo o “compañerito del partido”, y otros desaciertos de algunos funcionarios que no copian del presidente, en materia de sencillez y buen manejo, como señalara el ingeniero Eduardo Estrella, presidente del Senado.

Por ahí hay un punto flaco, que el gobernante debería tener en mira para fines de decreto, en su momento (¿). Sin embargo, sería una mezquindad inaceptable para alguien que se respete, decir que el gobierno del PRM encabezado por Abinader ha sido “malo” o un” desastre”, como se escucha desde ciertos litorales de una oposición descalificada y sin autoridad moral para evaluar el trabajo o el accionar de los que, por sus errores y hechos pendientes de sanción en la justicia, le echaron del poder que manejaban sin límites ni prudencia alguna.

Sacando buenas notas, pese a lo que encontraron y a los imprevistos en el camino, de esa oposición insensata, que siempre va a estar al acecho y apostando al fracaso, es que el gobierno debe cuidarse y estar con ojo avizor. En desbandada y con dificultad para sacar la cara, ya al año parecerían que quieren salir, aunque sea a dar “patadas de ahogados” (¿). encar-medios@hotmail.com

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