
Colaboración/elCorreo.do
PERSPECTIVA: A un gobierno no se va a improvisar, se elige con un programa del que derivan políticas públicas. Este gobierno no se sustenta en un plan, se ha llevado al terreno de la improvisación y al glamour del poder.
La cotidianidad burocrática los atrapó. Aquello del taconeo y los saludos militares, acompañados de “su excelencia a sus órdenes”, y “por razones de seguridad” creándoles “anillos de protección” para “filtrar su acceso y comunicación”, dando paso a grupos económicos.
Solo la experiencia de Estado permite a un gobernante escapar simulada y discretamente de esas formas y ambientes. De ahí que este gobierno luce haber quedado sujeto a “allante y movimiento” echando a un lado temas importantes. Las improvisaciones tropiezan unas con otras. Podría tomarse como ejemplo cualquier área, pero veamos el tema sobre seguridad ciudadana.
El 14 de enero el presidente dictó decretos creando un Comisionado y asumiendo él la presidencia, el ministro de Interior de vicepresidente y José Vila del Castillo “Pepe” comisionado ejecutivo para la “Implementación de los Planes, Estrategia y Política de Transformación y Profesionalización de la Policía Nacional”.
decreto No. 62-07, del 26 de febrero 2007, Reglamento para la Policía Auxiliar de la República Dominicana, dado por el entonces presidente Leonel Fernández.
El decreto define la plantilla académica, duración y formalidades a ser cumplidas, actualizarse a los fines pertinentes. Cuando se empezó a aplicar se formaron más de 7 mil policías de acercamiento a las comunidades, se inició un proceso de reforma y modernización policial.
Conforme a aquella experiencia podrían formarse diez mil policías anuales, teniendo opciones de ingresar a niveles superiores y especializados para hacer carrera policial. Ellos constituirían el personal a corto plazo para asumir la tecnología electrónica y digital y para desatar el proceso sucesivo que debe acompañar un Plan de Seguridad Ciudadana.