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Paralización de Monte Grande apaga las esperanzas de habitantes de cuatro provincias del Sur

Redacción/elCorreo.do

SANTO DOMINGO: Si existe un proyecto de desarrollo hidráulico esperado por la paupérrima región del llamado Sur profundo, ha sido el complejo múltiple Monte Grande, el que constituye una importante y necesaria obra de infraestructura pública para el desarrollo del suroeste de la República Dominicana.

Consiste en un gran complejo de obras hidráulicas, bajo la ejecución de la empresa brasileña Andrade Gutiérrez y responsabilidad del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI), que ya abarca las últimas tres administraciones de los presidentes Leonel Fernández, Danilo Medina y Luis Abinader.

El complejo hidroeléctrico fue iniciado en julio de 2009, cuando el entonces presidente Fernández dio el primer picazo para que la empresa brasileña Andrade Gutiérrez, construya la obra, pero los tropiezos siguen obstaculizando la cristalización del proyecto.

Su construcción se dispuso para rehabilitar y complementar la Presa de Sabana Yegua, presa ya existente, destruida parcialmente por el paso de los huracanes David (1979) y George (1998) por la región.

Arrancó en firme después de varios “primer picazo”, los cuales de primero pasaron a ser no menos de cuatro.

Medina se comprometió

Tras el relevo de Fernández y su llegada al Gobierno, Medina se comprometió a dar continuidad a la obra, pero aunque los avances han sido importantes, lo que incluso le hizo enojar por el retardo de los trabajos.

Ese enfado presidencial se produjo el tres de febrero de 2019 cuando, en una visita para inspección de los trabajos de construcción de la obra, el presidente Medina, molesto le llamó la atención al su director del Indhri, Olgo Fernández.

Mientras realizaba el recorrido el mandatario le preguntó de forma enérgica “¿Olgo qué es eso que veo ahí que faltan 543 días?, eso cae 28 de julio” (de 2021) a lo que el funcionario responde que ese es el tiempo en que terminarán la obra.

La reacción se notó visiblemente enojado por lo que le reclamó expresándole “si, pero la obra está (programada para inaugurarse) para abril, no para julio.

Por qué la reacción

Según se comentó en ese momento, la razón del enojo presidencial se debió a los planes de la inauguración cayeran como anillo al dedo a en los propósitos reeleccionistas que en ese momento estaban en pleno apogeo.

Medina se bajó, o lo bajaron, del carro reeleccionista cuando tanto internamente en su partido como en otras fuerzas, o peor, a lo externo de la República Dominicana, las condiciones marchaban en su contra.

“El daba por seguro que el Congreso le restauraría el derecho a ser candidato y aunque suministraba los recursos para concluir la presa, los trabajos se fueron retrasando por varias razones”, comentaron posteriormente algunos de sus contradictores.

Como confirmó que obstáculos climatológicos y anexos de otros componentes al complejo hidráulico, admitió que la culpa no fue del titular del Indhri, razón por el que no le destituyó.

Así pasaron los meses y con la llegada de la pandemia del covid-19, la que imposibilita los avances necesarios que pudieran adherírseles al candidato “triunfante” en las primarias internas del 5 de octubre antepasado.

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Abinader también prometió

El siete de febrero del año en curso, el presidente Abinader anunció que la obra estaría lista el 16 de agosto del 2022 y la presa de Guayubín en 24 meses.

Hizo estos anuncios durante visitas a El Pastor, de Guayubín, donde se construye la presa del mismo nombre, y a La Mina, de Azua.

La obra tiene un 51 por ciento de su estructura en construcción, cuya realizadora es el consorcio Andrade Gutiérrez y su socio dominicano Servinca, quienes se comprometieron con el Gobierno en tenerla lista para agosto del año próximo.

Sin embargo….

Pese al entusiasmo del mandatario, otra vez se anuncia un nuevo obstáculo en el camino que impide el avance de los trabajos: la empresa responsable dice que no tiene dinero para el pago a los subcontratistas de la obra.

Según un reportaje de Listín Diario, la falta de recursos impide que la constructora internacional pague las cubicaciones, las cuales están acumuladas, debido a que no tienen capacidad para cumplir con los subcontratistas, así como otros colaboradores del proyecto.

Agrega que por la falta de dinero se le agotó el combustible, tie­nen varios meses de pagos atrasados a los camioneros, deben a suplidores de insumo, ya todo está agotado, por lo que la Andrade Gutiérrez optó por paralizar los trabajos hasta el gobierno pague las cubicaciones que adeuda.

La fuente que ofreció la información al matutino le confió que hay otro obstáculo planteado y que afecta el proyecto, “el cual se trata de un conflicto social”.

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Señaló que no se han podido iniciar los trabajos para las parcelas que recibirán las familias que fueron sacadas de sus predios agrícolas para dar paso a la construcción de la presa, por lo que los comunitarios no permiten la extracción de materiales.

El nuevo titular del Indhri

De su lado, el director del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI), Olmedo Caba, acaba de anunciar que la presa de aprovechamiento múltiple, estará lista a finales de 2022, “si las condiciones climáticas y económicas lo permiten”.

La obra favorecerá a 400,000 familias con agua potable, irrigación, energía eléctrica y control de inundaciones en las provincias Barahona, Bahoruco, Independencia, Pedernales y Azua.

Caba ofreció la información durante un recorrido por el proyecto, acompañado del presidente ejecutivo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Dante Mossi, entidad que financia la obra con US$249.6 millones.

Mossi dijo que está en el país para conocer las prioridades del Gobierno y que replicarán ese proyecto en otras naciones, así como que instalarán una oficina del organismo financiero en Santo Domingo.

La inspección abarcó ocho puntos claves del proyecto, cuyo recorrido estuvo conducido por Eduardo Roque, director de ingeniería del Consorcio Monte Grande.

El primer punto fue en el mirador, donde se observa una panorámica del lago de la presa y la cortina o muro; luego procedieron a bajar justo al lugar donde se levanta el muro.

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