Observadores creen el PRM se comporta como “legítimo hijo” del PRD; vaticinan sólo gobernará hasta el 2024

Redacción/elCorreo.do SANTO DOMINGO: Como en sus mejores tiempos de su padre político, el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), estando en el poder o la oposición, los últimos enfrentamientos que se registran a lo interno del Partido Revolucionario Moderno (PRM), apuntan a una fragmentación que inevitable. Han dejado atrás la aleccionadora experiencia positiva que tuvieron durante el breve lapso que tuvieron desde su nacimiento y desarrollo, que le sirvió de plataforma para presentarse como antítesis del PRD y recibir el respaldo ciudadano que le llevó a la victoria electoral. Parece que el ADN heredado de su organización de origen, es más poderoso que la lógica política, que aconseja fomentar la unidad para acumular fuerza y enfrentar el natural ataque de sus adversarios. Desafortunadamente para los perremeistas de hoy, ya en nada se diferencian de las constantes intolerancias y malquerencias entre los dirigentes máximos, los que las transmitieron a los demás integrantes de la organización. Aunque hace ya más de medio siglo, siguen latentes las diferencias más que políticas, personales, entre Juan Bosch y Ángel Miolán, Juan Isidro Jimenes Grullón, Buenaventura Sánchez Féliz y con José Francisco Peña Gómez. Tampoco, los encontronazos por una candidatura que tuvieron Peña Gómez, Jacobo Majluta, Salvador Jorge Blanco, Hipólito Mejía y Miguel Vargas Maldonado, los que impidieron varias victorias electorales. El virus divisionista que al parecer inoculan a los perredeistas-perremeistas es tan fuerte, que aun estando en el poder hacen lo imposible para que se les eche, siendo un ejemplo de ello las pugnas de Jorge Blanco y Majluta. Tan personal asumen sus diferencias, que en este último ejemplo el presidente Jorge Blanco prefirió escoger para que le sucediera al archienemigo de PRD, Joaquín Balaguer, en vez de su compañero Mejluta. Otro mal ejemplo fue el dado por Vargas Maldonado, quien pese a ser el presidente de la organización, hizo todo cuanto estuvo a su alcance para que el ex presidente Mejía, que era el candidato del PRD, perdiera las elecciones frente al también ex mandatario Leonel Fernández. Hay quienes entienden que así como el PRD llegó al extremo de pasar del partido más grande del país durante varios años, a ingresar a los llamados partidos minoritarios por ni siquiera alcanzar el tres por ciento de los votos recibidos en los últimos comicios, puede pasarle al gubernamental PRM. Pelea desde arriba Se entiende que si así le ocurre al PRM, las consecuencias serían peores, porque ya la mística partidaria existente en las décadas de los 70, y hasta en la de los 90, ya no existe en los militantes partidarios. Lo único que “convence” a los miembros de un partido, con honrosas excepciones, es el pago por cada actividad que se lleve a cabo, la designación en un cargo gubernamental o la postulación a un cargo electivo. Por ejemplo, la diputada de Santo Domingo Norte, Betty Gerónimo, rechazó participar en una reunión encabezada por el mandatario y el Ministro de Medio Ambiente, realizado en el parque Mirador Norte, alegando que el protocolo les había impedido la entrada junto a sus acompañantes. Frecuente es ya escuchar a miembros de la base referirse de manera irrespetuosa a un campanero o un funcionario, enrostrándoles que prefieren dejar o designar en un cargo gubernamental a un peledeista o de la Fuerza del Pueblo, por amiguismo, en vez de a ellos “que nos fajamos para ustedes ahora disfruten de un cargo”. Fue lo que pasó recientemente cuando un desempleado perremeista denunció que la esposa de un funcionario del gobierno que es dirigente del PLD, “nombró a todas sus amigas, mientras a nosotros se nos maltrata”. Ese comportamiento se observa también en la cúpula, citándose al respecto la denuncia del presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, quien afirmó que varios funcionarios del gobierno nombras sus familiares, dejando fuera a sus compañeros del PRM. El ingeniero Ramón Alburquerque, expresidente del Senado y, según él, fue el primero en plantear la salida del PRD y crear otro partido, se quejó amargamente cuando se le designó presidente de un consejo directivo de una empresa generadora de electricidad. Su rechazo al cargo se produjo casi de inmediato, “porque eso no fue lo que hablamos”, declaró, lo que le ha mantenido una posición crítica de varias disposiciones del Poder Ejecutivo. La oposición, mientras tanto, se frotan las manos cada vez que ven o escuchan las contradicciones de los perremeistas, adelantando que la actual administración sólo permanecerá dirigiendo el país hasta el 16 de agosto de 2024, “!porque de que se van, se van!”. |