Nuevo Gobierno, misma crisis en Haití
Moïse en febrero de 2017, y el cuarto sin ser ratificado por la Asamblea Nacional, todo ello mientras se agudiza la crisis política y la inseguridad en el país.

Por Por Anelí Ruiz García
PRENSA LATINA
PUERTO PRÍNCIPE.- Joseph Jouthe dimitió tras un año sin resultados concretos en la lucha contra el bandidaje, y en el cual se reactivaron fenómenos como las masacres y los secuestros y fallaron varias operaciones policiales contra las pandillas, con un saldo de al menos cinco agentes fallecidos.
El también canciller Claude Joseph ocupó el puesto frente al gabinete ministerial, donde mantuvo a la mayoría de los responsables de cartera, aunque sustituyó portafolios claves como el de Interior y Colectividades Territoriales.
Los cambios intentan frenar la avalancha de inseguridad de los últimos días, cuyo caso más mediático es el rapto de siete religiosos y tres de sus familiares el domingo pasado, de ellos dos de nacionalidad francesa, lo que llevó a Paris a activar su unidad de crisis.
El propio Moïse reconoció la ineficacia del Ejecutivo para abordar este fenómeno, que ya suma 157 secuestros en los primeros tres meses de 2020, algunos de ellos incluso trasmitidos en vivo en las redes sociales, mientras se multiplican las bandas armadas y los ataques en barrios vulnerables.
‘La renuncia del Gobierno, que acepté, permitirá abordar el flagrante problema de la inseguridad y continuar las discusiones con miras a alcanzar los consensos necesarios para la estabilidad política e institucional de nuestro país’, escribió el mandatario en la red social Twitter.
Para Jean Jores, miembro de la Plataforma Haitiana para el Desarrollo Alternativo, la situación está fuera de control y resulta insostenible de prolongarse en el tiempo.
‘Nuevamente las bandas armadas que responden al status quo utilizan la violencia para amedrentar a la población, para impedir que se rebelen contra el poder’, dijo el sociólogo en declaraciones a Orbe.
La sustitución del primer ministro también ocurre en un momento de crispación política en amplios sectores de la oposición y de la sociedad civil, para los cuales Moïse ‘usurpa’ la presidencia desde el 7 de febrero, cuando aseguran que culminó su mandato constitucional.
De hecho, tras conocerse los cambios en el gabinete, el Sector Democrático y Popular, una de las plataformas más hostiles al Gobierno, desestimó que la reforma sea una solución a la crisis sociopolítica, e insistió en la renuncia del gobernante.
‘No aceptamos negociaciones, convivencia, referendos ni elecciones’, aseveró el abogado y portavoz del Sector, André Michel.
Claude Joseph tiene por delante alcanzar un verdadero consenso nacional que permita realizar elecciones y modificar la Constitución, dos proyectos en los que se embarcó Moïse, a pesar de las acusaciones sobre su presunta ilegitimidad.
Pero más allá de eso, lo importante ahora es contar con soluciones concretas al aumento de las bandas armadas, muchas de ellas mejor equipadas que las fuerzas de seguridad y orden público, y que encontraron en los secuestros y robos un lucrativo modo de subsistencia.
(Tomado de Orbe)