
Colaboración/elCorreo.do
PERSPECTIVA: El pasado 18 de diciembre, una amplia mayoría de 198 votos a favor y 138 en contra, el pleno del congreso de diputados en España, aprobaron la ley de eutanasia y suicidio asistido.
Hubo épocas en las que se pensaba que el Estado tenía la obligación, no sólo jurídica, sino moral, de pensar y decidir por nosotros mismos. Más, cuando se trataba de decisiones que podrían afectar la integridad física o la vida misma.
Se pensaba que siempre había una buena razón para contemplar alguna especie de mandato jurídico que prohibiera, incluso en contra de la voluntad de las personas, que se cometiera voluntariamente algún tipo de daño (físico, psíquico o económico) a nuestra persona o nuestro patrimonio. A esto se le denomina, comúnmente, paternalismo jurídico.