Mudanza apresurada de Miriam Germán por amenazas plantea grave falla de inteligencia de organismos de seguridad

Redacción/elCorreo.do
SANTO DOMINGO: La procuradora general de la República, Miriam Germán Brito, tuvo que mudarse de su residencia a una más segura, luego de recibir amenazas de muerte, lo que a la vista de entendidos plantea una grave falla de inteligencia de los organismos de seguridad del Estado.
Aunque no se ha dado de manera oficial, la revelación del hecho por el periódico Listín Diario conduce a una reevaluación de la metodología de inteligencia de esos organismos, los cuales parecen ir un paso atrás frente al crimen organizado.
Según la información, proveniente “de una fuente ligada a la investigación, la mudanza de la magistrada Germán Brito fue “por razones de seguridad la magistrada tuvo que ser ubicada en otra zona más segura y con una mayor vigilancia”.
Sin embargo, los informantes rehusaron dar a conocer la nueva dirección de la residencia de Germán Brito, por recomendaciones de los organismos de seguridad del Estado, ante amenazas personales de grupos relacionados al “crimen organizado”.
De la amenaza contra la titular del organismo, el Ministerio Público señala a Joel Ambioris Pimentel García (La J), señalado como el cabecilla de una red que opera y controla a nivel delincuencial el nuevo sistema de cárceles del país.
El pasado día 6, Germán Brito confirmó haber recibió amenazas directamente contra su hijo por parte de una persona que advirtió que no le tocaran a su gente en las cárceles.
La revelación de la funcionaria se produjo a su llegada a la sede del organismo, donde fue recibida por decenas de representantes de organizaciones civiles que acudieron al lugar para expresar su solidaridad ante las amenazas, bajo la consigna “Miriam no está sola”.
En esa ocasión, la procuradora reveló haber recibido una amenaza de muerte contra su hijo, lo que aseguró haber afectado, al tiempo de aclarar que la advertencia la habría hecho “alguien que me mandó algo por WhatsApp, diciendo que si le tocaban a su gente en la cárcel se iba a resolver con sangre, diciendo que me podían matar a mi hijo”.
“He tenido circunstancias difíciles, las he sobrellevado sin dejar la dignidad tendida en el camino… Lo que a mí me afectó fue que alguien que yo no sé cuáles son sus gentes, se iba a resolver con sangre, y que no era la mía, yo le puedo mandar a matar a su hijo’”, detalló Germán.