
Redacción/elCorreo.do
SANTO DOMINGO: El ministro de Agricultura, Limber Cruz, se pronunció a favor de que los haitianos que trabajan en el sector agrícola sean debidamente regularizados, basando su consideración en que se trata de una actividad económica en la que hace falta mano de obra dominicana.
A su juicio, sin la mano de obra haitiana, “aquí hubiera problemas con la agricultura, con la construcción y con los hoteles (…). Tenemos a los haitianos que para una cosa son buenos y para otra son malos. Yo creo que no, que hay que regularlos».
Comentó que una de las principales llamadas más frecuentes que recibe el ministerio que dirige es la de productores, para decirle que están haciendo redadas «llevándoles a los haitianos».
Dijo haber tratado el tema, como miembro de la Comisión de Migración, lo que le ha llevado a recibir críticas por tener «posturas firmes».
Agregó que en la comisión se le ha respondido que se debe regularizar, “una medida en la que el sector bananero ya se ha encaminado con la emisión de un carnet con código QR, que permite a los trabajadores inmigrantes transitar identificados en esas fincas”.
Puntualizó que esta medida sería efectiva en todos los subsectores, pero precisó que es un procedimiento complejo.
«En Haití, con el dominio de las bandas, no hay instituciones que puedan dar un documento a los haitianos, un pasaporte o una identidad. Entonces, aquí vienen ellos con cualquier nombre, y eso, para tú regularizarlo, hay un problema», planteó.
El ministro agropecuario reconoció que el tema resulta apremiante, en la medida en la que los jóvenes expresan más desinterés por las labores del campo, agudizando la falta de relevo generacional.
Entiende que es una de las razones por las cuales hay que hacer eficiente la producción y hacerla rentable, y entender que la agricultura, bien manejada, requiere atención, ya que los factores climáticos la hacen de alto riesgo.
Al ser preguntado sobre la queja de productores que ven en las importaciones una competencia con los productos locales, Cruz aseguró que estas se realizan en las temporadas bajas de cada rubro.
Precisó que el organismo trabaja con un cronograma de importación de productos como el ajo, que se encuentra en temporada de cosecha. Afirmó que estas declaraciones suelen venir de productores que se benefician de la especulación.
«Si las condiciones climáticas lo permiten, en dos años podremos ser autosuficientes en la producción de ajo», refirió como ejemplo, al tiempo de adelantar que para finales de 2023 se espera que las importaciones se reduzcan hasta un 50 %.