PerspectivaRuddy L. González

Llegan las vacunas

Oye País/ Por Ruddy L. González

Colaboración/elCorreo.do

PERSPECTIVA: La producción, venta y transporte de las vacunas se ha convertido en el tema del momento: es el gran negocio, es el nuevo ‘pulseo’ de las grandes naciones por potencializar sus influencias en los bloques de naciones, principalmente las menos desarrolladas o más pobres, amén del compromiso de gobiernos y estados por salvar sus sociedades del mortal coronavirus.

Los dominicanos hemos sentido el efecto de esa situación. El 27 de febrero pasado, y en otros escenarios, el presidente Luis Abinader se ha quejado amargamente de la ‘falta de solidaridad’ de los grandes países en la distribución de las vacunas. Otros gobernantes y organizaciones multinacionales han hecho lo propio.

Las vacunas que compramos con gran antelación–la anglo-sueca AstraZeneca y la norteamericana Pfizer- con promesa de entrega en marzo, han quedado en un limbo, mientras el país luchaba con el desastre que nos provocaba la pandemia. Ante la situación, el país salió a buscar de otros suplidores de vacunas, como China, donde logró negociar dos millones de la Sinovac.

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En ese momento ya los dominicanos comenzaban a ser inoculados con vacunas de dos cargamentos donados por India –de 20 mil y 30 mil, cada uno- de la fórmula AstraZeneca, que se fabrica allí. El anuncio de la llegada hoy de un millón de las vacunas de China, entonces, ha traído un alivio a mucha gente que vio con ciertos y fundamentados temores que no podrían o se retrasaría recibir la segunda dosis o la oportunidad de vacunarse. La vacuna es la solución del momento. China, norteamericana, inglesa, rusa, cubana, de donde sea, si está aprobada, vacúnese.

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