Luis EncarnaciónPerspectiva

Leonel y Luis pueden volver

SONDEO/Por Luis Encarnación P.

Colaboración/elCorreo.do

PERSPECTIVA: Solo la necedad y la impertinencia de alguien que anide una alta dosis de resentimiento y de ingratitud sin sentido contra Leonel Fernández, podría explicar la recomendación al expresidente de que desista de su aspiración de volver al poder por un cuarto periodo. Es igualito que a alguien del PRM o de la oposición se le ocurriera pedirle al presidente Abinader que no fuera candidato en el 2024.Ya escribimos que las dos figuras principales del país, con buena salud y sin impedimento legal ni del peso de los años, son los dos polos con posibilidades o perspectivas de éxito en las urnas en las próximas elecciones nacionales.

 La primera vez que a Leonel le preguntaron que por qué quería volver a ser presidente, el exgobernante y fundador de la Fuerza del Pueblo al irse del segundo partido fundado por Bosch respondió que: ”para adecentar la política dominicana”. Balaguer, ya ciego, dijo al reelegirse que no iba al Palacio “a ensartar agujas”. Aunque el patricio Juan Pablo Duarte definiera a la política como “la ciencia más pura, después de la filosofía”, con él mismo—que de libertador paso a ser acusado de “traidor” y murió en el exilio—se cayó la tesis de la “pureza”, porque la práctica, desde tiempos inmemoriales y hasta ahora, demuestra que es sucia, clientelar y objeto de las peores intrigas y traiciones arteras contra quienes ocupan los principales espacios y alcanzan un gran liderazgo.

 El doctor Fernández, que delegó responsabilidad y empeño confianza en exceso en funcionarios a los que dejo por mucho tiempo en los cargos, y que terminaron traicionándole o dando muestras de las peores debilidades humanas, se llevó un desengaño tan grande y amargo que le obligó a irse del partido morado que presidia y había llevado al poder. El Leonel—que delegó poder y capacidad de decisión en los asuntos políticos y de Estado, hasta hacerse daño, en alguien que comenzó temprano a articular su propio proyecto—vino a descubrir tarde que tenía el enemigo adentro, solo a una pared de su despacho presidencial.

 Y contrario a la ambición de poder que le suponen algunos, el hombre, sin estar impedido, en un momento paso la antorcha e hizo presidente a quien desde que puso un pie en el Palacio sacó la uñas y se convirtió en su peor verdugo. Al punto de—y para bajarle de un 74% de aprobación que tenia al salir del poder–comenzar bien temprano una campaña de descredito, orientada por Joao Santana desde una oficina instalada en Palacio, y trayéndole a Quirino, a quien Fernández había deportado, entre otras travesuras e ingratitudes extremas que llegaron a los linderos de la perversidad.

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Ese es otro claro ejemplo de que la política, en gran medida, no es pura nada, con el perdón del patricio. Los enemigos gratuitos de Leonel , que lucen un tanto nerviosos o preocupados por el crecimiento y posicionamiento del expresidente con miras al 2024, no advierten que el liderazgo de este es tan fuerte, que ni los golpes bajos , la campaña de descredito ni todo el poder del gobierno de Medina maniobrando para cerrarle el paso, pudieron sacarle de juego y quitarle la pinta de ser opción de poder, como tiene al momento, incluso alimentado esto por el descredito y la sangría de su partido anterior.

Y contrario al decir del autor de la recomendación de desistir de volver al poder (¿), bajo el argumento de que “perdería el sitial que la historia y el destino le han colocado”, creemos que el doctor Fernández – que no ha sufrido el mal de la soledad del poder, pero sí el desengaño y la estocada de la traición de muchos “amigos” y “compañeros” que hoy son lo que son por él–quiere y se ha obligado volver al poder solo por otro periodo , entiendo y reitero,  para reivindicarse ,incluso de travesuras que hicieron otros en su nombre; para tratar de superarse a sí mismo en la obra material; en su accionar desde el gobierno, y en su legado de transformación y fortalecimiento institucional del pa´´is, y, en especial, para hacer un gobierno para la historia.

Por ahí andaría la intención, y a sus 68 años- no a los 80 que tenía Balaguer al ir a su cuarto periodo tiene buena salud y el camino despejado. Al margen del famoso pedido a Leonel, que no tiene impedimento ni legal ni físico, es oportuna la idea de Víctor Bautista, de que “aquí deberíamos tener el favor de un retiro masivo de políticos añejos y de gente añeja que influye en otras áreas de la vida nacional”. En verdad, una necesidad.

encar-medios @hotmail.com

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