
Redacción/elCorreo.do
SANTO DOMINGO: La Iglesia católica basó su reflexión en esta Semana Santa, desde la Catedral de Santo Domingo, enfocando el sermón de las Siete Palabras pronunciadas por Cristo antes de morir, en torno a los acontecimientos actuales, como el robo al erario público, al aborto y comportamiento de la juventud
El Obispo auxiliar de Santo Domingo, monseñor José Amable Durán, al analizar la primera palabra: Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen, reiteró la posición de la congregación, de rechazo al aborto.
Consideró que hoy Jesucristo “sigue siendo vendido, negado, traicionado, humillado y escarnecido en los millones no nacidos porque son cruel y vilmente asesinados en el vientre de sus propias madres”.
Aludió a los niños y adolescentes víctimas de violaciones; los feminicidios, a los presos que viven en condiciones inhumanas; las masas empobrecidas.
Esto último lo atribuyó a las injusticias de los depredadores del erario, “evadiendo impuestos para acumular y amasar grandes fortunas”.
En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso, monseñor Faustino Burgos Brisman, puso como ejemplo la búsqueda constante del ser humano de llegar al paraíso, pero “desafortunadamente, muchos lo buscan por senderos equivocados”.
Citó en este aspecto “el consumismo, el afán de poder y de poseer, cerrando la visión hacia la vivencia de valores y a la trascendencia”, por lo que hizo un llamado al Gobierno, a proporcionar a la familia las oportunidades necesarias que le ofrezcan estabilidad y seguridad social.
“Mujer, ahí tienes a tu hijo. Ahí tienes a tu madre”, le correspondió al Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria Acosta, quien manifestó que todos los discípulos de Dios deben reconocer esa maternidad de María, sentirse amados y cuidados por ella como sus hijos.
En ese sentido llamó al cultivo de una relación permanente y seria con María e imitarla en sus actitudes y acciones, ante los problemas y las necesidades de los demás.
En referencia a la cuarta Palabra: “Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado? , el Obispo Cecilio Raúl Berzosa Martínez, comparó el grito de dolor del mesías en la cruz, con el encarnado en la actualidad por los dominicanos de hoy que se encuentran en abandono.
“Tal es el caso de los niños haitianos y dominicanos en barrios como Café, de Herrera; los especiales no suficientemente atendidos; los ciegos, sordos o con enfermedades poco comunes”, dijo.
También hizo referencia al hacinamiento de los presos; los sin techo, abandonados a su suerte y a enfermos que no tienen acceso digno en los centros de salud.
“En todos ellos, y en otros muchos, Jesús sigue gritando hoy al Padre: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?», agregó.
“Tengo sed, dadme de beber” y su aplicación en la vida, fue interpretada por el Obispo Auxiliar de Santo Domingo, Monseñor Ramón Benito Ángeles Fernández, señalando que el país vive momentos amargos, por lo que muchas personas desean escapar de la realidad.
“Por eso, tantas personas abusan del alcohol, de las drogas ilegales, de los medicamentos recetados, la música estruendosa, en el baile y en el “vacilón”, “la felicidad que no encuentran en sus vidas diarias”.
“Todo está consumado”. Esta frase fue aprovechada por el el reverendo José Rodríguez para hablar de los que aspiran a una vida alegre, feliz, exitosa, basados en el mínimo esfuerzo.