Frank NuñezPerspectiva

La hora de la Reforma

Por Frank Núñez

Colaboración/elCorreo.do

PERSPECTIVA: Un funcionario que ha estado al frente de una de las instituciones que serían fusionadas mediante la propuesta de reformas del presidente Luis Abinader en procura de elevar la calidad del gasto público y ahorrar para la inversión en obras necesarias para el desarrollo del país, en una muestra de comprensión del proceso, lo definió como la vacuna que al ser inyectada provoca dolor, pero termina como factor determinante para salvar la vida.

Es lo que ocurre con la propuesta presidencial, anunciada primero en una de las ruedas de prensa conocida como La Semanal, que ofrece el jefe del Estado a los periodistas todos los lunes, iniciativa que ha sido imitada por uno de los líderes de la oposición, expresidente de la República, por demás.

Hasta ahora, la existencia de instituciones sobreabundantes y parasitarias ha sido una constante en el país, mientras el sistema impositivo, además de injusto, ha sido insuficiente para el pago de la deuda externa, el financiamiento de obras y servicios, así como la asistencia a los más vulnerables.

Gobiernos anteriores al que hoy encabeza el presidente Abinader desearon someter la propuesta de reformas anunciadas por el jefe del Estado, pero al calcular el costo político, decidieron dejar todo como estaba, lo que contribuyó a incrementar el déficit fiscal que amenaza con tornarse insostenible, hasta frenar el progreso y los avances que refleja la República Dominicana en su macroeconomía.

Comentaristas que nadie puede sindicar en el gobernante Partido Revolucionario Moderno (PRM) han ponderado la valentía del mandatario, señalando que no aspira a reelegirse, con un evidente sentido de la Historia.

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Tal como ha argumentado el ministro de Hacienda, Jochi Vicente, el gobierno busca ahorrarse 110 mil millones de pesos, para invertirlos en seguridad ciudadana, transporte, atención primaria en salud, fortalecimiento de los gobiernos locales, la recapitalización del Banco Central y el sector eléctrico.

Los mismos creadores de opinión pública entienden que lo propuesto por Abinader y su equipo económico debiera propiciar el apoyo unánime de los sectores políticos, económicos y sociales del país, con miras a garantizar la sostenibilidad del desarrollo nacional.

Lamentablemente, la reacción de quienes gobernaron durante décadas y no se atrevieron a proponer lo que hoy hace el jefe del Estado parece ser el populismo y el vacío discurso de ver mal en todo lo que hacen quienes hoy administran la cosa pública.

De la creación de una estructura impositiva saludable terminarían beneficiando quienes gobiernen tras la salida del gobierno del hoy presidente, por lo que quienes aspiran a sustituirle desde la oposición debieran asumir en estos momentos una posición sensata, lo que sabemos es bien difícil en tiempos de mezquindades.

De todos modos, entendemos que desde el oficialismo se hará una labor de concientización ciudadana, hasta lograr que la mayoría de los dominicanos se identifiquen con las reformas, pese al sabor amargo del medicamento presente, cuyo resultado sería mantener salud y vida en el futuro inmediato, para una República Dominicana con prosperidad y distribución de la riqueza, en beneficio de los más empobrecidos.

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