
Colaboración/el Correo.do
PERSPECTIVA: Al entrar ahora a la segunda y última entrega de esta narrativa de lo que ha sido la construcción del canal Nizaíto, es pertinente citar algunos nombres de personas, que de una u otra manera jugaron algún papel. Es el caso de Zoilo Vilomar, Urbano Terrero (fallecido), Pedro Nitil Terrero (fallecido), Alonso Féliz, Alfonso Piña (fallecido) y el ingeniero José Nin, entre muchas otras.
Años después de iniciados los trabajos (como ya dijimos, noviembre de 1986), los mismos fueron paralizados, coincidiendo dicha paralización con la destitución en 1991 del ingeniero Farías Cabral de la dirección del INDRHI. Lo reemplazó quien fuera mi profesor en la UASD, y de varias generaciones, el ingeniero Marcelo Jorge Pérez (fallecido).
Destituido Farías Cabral, Balaguer le asigna el proyecto del canal Nizaito al Consorcio AGROMAN-FANAR formado por la empresa española AGROMAN y el propio Farías. Ya para el 1992 la empresa AGROMAN pasa a ser la vanguardia de los trabajos y refuerza el personal técnico. Un servidor, que venía de trabajar para el proyecto Jagüey-Aguacate, es contratado por AGROMAN y la empresa hace una reingeniería, todo con el propósito de acelerar lo que se había concebido como la primera etapa del proyecto Nizaíto.
Es así que producto de un plan acelerado de trabajos implementado por la empresa AGROMAN, una tarde de un día del mes de noviembre de 1994, el paraíso soñado por décadas, de hombres y mujeres de la zona, se convierte en realidad. Esa tarde una multitud en fila desde Paraíso hasta Oviedo, vio bajar lentamente el agua cristalina del rio Nizaíto por el cauce de lo que ya era una realidad: el canal Nizaíto.
Finalmente, en los primeros meses del 1995 oficialmente quedó inaugurado el Canal Nizaito y con ello se hace realidad uno de los principales propósitos de presidente Balaguer; propósito, este, tal vez solo superado por la construcción de la presa de Tavera cuyos trabajos se iniciaron en 1969 e inaugurada el 27 de febrero de 1973.
Para todos, ese histórico acontecimiento del canal Nizaíto ya era el fin de la miseria y penurias de nuestros hombres, mujeres y niños de la región; pero hoy 27 años después, y al ritmo de ver pasar el tiempo, las expectativas de progreso se han convertido en desesperanzas; pero, desde luego, sin dejar de reconocer que algo hemos avanzado. Pero nada resultó ser como se esperaba y hemos podido ver con nuestros propios ojos, como tras el tiempo, una vez más se cumple, tal vez como suerte de profecía, aquel extracto del famoso poema de Calderón de la Barca que dice: ”que toda la vida es un sueño, y los sueños, sueños son’’. Y así es: el anhelo de Balaguer y la región sigue siendo un sueño.
Ahora la fe está puesta en la buena voluntad del presidente Luis Abinader con el llamado “sur profundo’’; pero de esto hablaremos en las próximas entregas donde analizaremos todo lo concerniente al potencial de desarrollo de la subregión Enriquillo-Juancho-La Colonia-Oviedo. Allá vamos…
El autor es ingeniero civil