El sector de bebidas azucaradas se opone gravamen selectivo que contiene la reforma fiscal

Redacción/elCorreo.do
SANTO DOMINGO: La Asociación de Industrias de Bebidas no Alcohólicas (Asibenas) ha rechazado también la fijación de impuestos, particularmente el denominado selectivo contenido en la reforma fiscal presentada por el gobierno.
El sector empresarial advirtió en un comunicado, que esa medida tendrá un impacto «negativo y desproporcionado» en la economía nacional.
Manifestó que el gravamen «significará un duro golpe para miles de familias dominicanas» que verán un incremento significativo en el costo de las bebidas que consumen a diario.
Según la Asibenas, los hogares de los primeros quintiles de la población serán los más afectados, ya que el precio de las bebidas podría aumentar entre 25 % y 50 % en algunos empaques, «añadiendo una nueva carga tributaria al ya existente Itbis».
Subrayó además que esta medida afectará de manera directa a los pequeños comercios y a miles de familias que dependen de este sector para subsistir.
«Cualquier aumento en los costos afectaría directamente la subsistencia de estos comercios, que en su mayoría son negocios familiares y representan un pilar económico fundamental en muchas comunidades dominicanas», argumentó.
La entidad también destacó el impacto que este nuevo impuesto tendrá sobre los pequeños comercios, especialmente los colmados.
«El 90 % de las ventas de bebidas no alcohólicas se realizan a través de los más de 80,000 colmados y pequeños comercios que funcionan en todo el país, que dependen de estos productos para generar ingresos», indicó Asibenas.
Aunque el organismo dijo reconocer la necesidad de una reforma tributaria para el país, considera que un impuesto con estas características “afectará gravemente a una industria que impulsa la economía, genera empleos y desarrolla toda la cadena de valor».
De igual manera, rechazó la premisa de las autoridades de que gravar las bebidas no alcohólicas con azúcar añadida está justificado «porque son productos consumidos principalmente por los hogares más ricos».
«Esta premisa difiere mucho de la realidad que vive la mayor parte de la población dominicana», aseguró la asociación, destacando que refrescos, jugos, aguas y maltas forman parte fundamental de la canasta básica de las familias de bajos ingresos.
Dijo que en países donde se ha implementado un impuesto similar, «se ha demostrado que entre 49 % y 63 % de la recaudación proviene de familias en pobreza o en situación de vulnerabilidad, lo que ha llevado a catalogar este impuesto como «un impuesto a los pobres».