
Colaboración/elCorreo.do
PERSPECTIVA: Aunque el PRM ha sido un suertudo, que la división del PLD y el rechazo al equipo que gobernaba lo llevaron inesperadamente al poder y a aumentar circunstancialmente el tamaño, parece llegado el momento de que la organización liderada por el presidente Abinader transparente y afine sus números, porque a la luz de los resultados de las primarias recientes y del padrón con más de tres millones de inscritos presentado a la JCE, cabría aquello de que “lo mucho, hasta Dios lo ve”.
De no ser una estrategia de hacer “bulto” con esto, lo primero que debió hacer el partido gobernante era limpiar el listado de afiliados, para que en el mismo no aparecieran nombres sonoros del liderazgo de la oposición y de figuras muy conocidas de la televisión y de otros ámbitos sociales que nada tienen que ver con la actividad partidaria.
Esa fue una pifia enorme, de la que sus ideólogos parecieron ignorar los efectos contrarios que produce. Igual, no se entiende la política oficial de ganar o reclutar alcaldes de la oposición en distintos puntos del país, mientras se descuidaba e ignoraba hasta dejar que se sintieran “desconsiderados” a algunos de adentro, como los casos emblemáticos de Manuel Jiménez, Cristian Encarnacion y Jose Andújar.
En particular Jiménez, al que todas las mediciones daban como ganador, de inicio su gestión ha sido víctima de un boicot desde dentro, por gente que nunca le asimiló como “perremeísta”. Y corre un gran riesgo el PRM en los casos citados, y en otros, porque los afectados y disgustados pudieran no tener los números para ganar, pero si para hacer perder al que le hayan impuesto como candidato en su terreno.
Hay que anotar en la alta cifra registrada en el nivel presidencial, que sobrepasó las expectativas iniciales que tenía la dirección del PRM, que andaba por los 400 mil y luego 500 mil votantes, la incidencia que habría tenido–por precaución o “recomendación”–la planilla de empleados públicos. Por ejemplo, tengo el dato particular de mi natal San José de Ocoa, que a gente del área de servicios en Educación le dejaron caer el mensaje: “señores, hay que asegurar el empleo”…
Por demás, los precandidatos Guido Gómez y Ramón Alburquerque se crecieron y manejaron con madurez e inteligencia los resultados de la prueba interna, al anunciar la disposición de integrarse a la campaña del ganador previsto. Y éste por igual, al llamarle a integrarse y a fortalecer la unidad, que es algo que debió hacerse mucho tiempo antes, con gente de méritos y talento sobrados.
Las subestimaciones no son buenas ni recomendables. Un gobierno y a un presidente que les interese, siempre tienen la posibilidad de sacar un “clavito” que moleste en el zapato y encontrar el “bajadero” para quitar algún “ruido”, aún más si es merecido. Por cierto, el 5% de Guido, sin recursos y sin poder, es significativo, porque lo que se posiciona y lleva a que se le vea con otros ojos a futuro. encar-medios@hotmail.com