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David fue exaltado al Salón de la Fama de Cooperstown y rió y lloró de emoción

Su hija Alex cantó el himno de Estados Unidos.

DIARIO LIBRE

Dionisio Soldevila

COOPERSTOWN, Nueva York, EE.UU. – Su carrera de 20 años se completó a base de mucho esfuerzo, nunca rendirse y a siempre dar lo mejor de sí mismo.

Por eso, al ser exaltado al Salón de la Fama de Cooperstown, David Ortiz solo pudo reír y también llorar… pero de emoción.

Ortiz se convirtió en el cuarto pelotero dominicano en ser inmortalizado, uniéndose a don Juan Marichal, Pedro Martínez y Vladimir Guerrero -todos presentes en la ceremonia – en el Salón de la Fama.

El show comenzó con su hija Alexandra cantando el himno de los Estados Unidos, luego que 48 inmortales desfilaran por la tarima principal.

Pero la tarde, algo nublada y menos calurosa que en otros momentos, estaba completamente centrada en David.

Más de 100 familiares y amigos del dominicano ocuparon toda una sección de invitados especiales.

Miles de sus compatriotas aplaudieron su nombre hasta más no poder y cada vez que podían.

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