Clemen GarcíaPerspectiva

¡Confraternidad de años a ritmo de merengue, salsa y bolero en Navidad!

Por Clemen García D.

Colaboración/elCorreo.do

PERSPECTIVA: Risas, muestras de afecto, solidaridad y lealtad. Así celebraron su aguinaldo como todos los años el grupo de damas que se reúne en cada cumple, enfermedad, bautizo, fallecimientos, bodas, divorcios y cuanta actividad surja dentro de ese particular núcleo casi familiar que lo conforma.

Donde hay más de dos mujeres juntas cualquier cosa puede suceder, y si es bajo la coordinación de Chicha y Luisa, las sorpresas son inmejorables.

Como en efecto pasó. Tarde noche del miércoles, código de vestimenta, exigencia en la puntualidad, detalles hechos a mano para la ocasión, coreografías y artista de lujo incluida. Chichí se encargó de que a nuestras copas no les faltara contenido, cualquiera que fuere de nuestro gusto y paladar.

Afloraron emociones como cada año, esta vez más sentidas porque las marca el efecto pandemia y las consecuencias que casi en la mayoría de las familias ha dejado a su paso.

La necesidad de relaciones cálidas y cercanas se dejó sentir en cada palabra expresada; el no dejar pasar la oportunidad de expresar un te quiero pendiente, la solidaridad que nunca falta, el abrazo, incluso la compañía en momentos de soledad inminente.

Les confieso que es la primera vez que comparto en ese evento institucionalizado, y al que se me concedió “la gracia” de asistir. Cynthia hizo “los arreglos” para mi entrada, previa reunión de Consejo. ¡Y les cuento que me lo gocé más que ellas mismas!

El New York, New York de Frank Sinatra coreografiado dio inicio a una espectacular noche de risas y aplausos. Un grupo de jóvenes bailarines formados en la escuela de la legendaria Chicha montaron el opening, con nuestra exquisita bailarina importada de España, Violeta, como centro de atención.

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Adalgisa coronó con una espectacular interpretación, a cuya voz tenemos que decirle usted. Mágica, fina, dulce y provocativa. Nos quitamos nueva vez el sombrero ante ella.

¿Por qué me animo a escribir lo que es propio de esta época? Simple. Primero, porque no soy de participar en actividades de este tipo. Segundo, porque hace dos años no se realizan encuentros con más de cinco. Y tercero, porque lo importante de ese maravilloso evento fue lo que generó en mi.

Intento transmitir el sentir de personas que se aman entre sí -muy queridas por mí- en tiempos de tantas rarezas. Transcribir el que todavía persisten sentimientos nobles y limpios que se van transfiriendo de generación en generación es un privilegio. Y porque la dinámica de ese grupo tan diverso como homogéneo es digno de estudio.

Adultas en la tercera edad, la mayoría, con una generación de hijas crecidas en ese ambiente de confraternidad, y a las que ya se les hizo el llamado de continuar con el legado.

Amé estar ahí. Disfruté bailar con calidad como hace tiempo no hacía. Chicha no deja de ser la profe, y Luisa el equilibrio. Son una especie de Pinky y Cerebro para alegría del grupo.

Mi colágeno se activó con ellas. Gracias por permitirme el privilegio de disfrutar su alegría, y confirmar que no todo está perdido. Dios con ustedes, familia.

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