
Colaboración/elCorreo.do
PERSPECTIVA: Este 24 de abril se conmemora el 57 aniversario del inicio de la epopeya de 1965. Fue la fecha escogida por el movimiento constitucionalista para dar inicio al plan diseñado para reponer el gobierno de Juan Bosch, que el pueblo dominicano se había dado en las elecciones del 20 de diciembre de 1962. Todo comenzó cuando en el histórico programa “Tribuna Democrática’’ del PRD, que se transmitía por Radio Comercial a la 1:30 de la tarde, el doctor José Francisco Peña Gómez llamó al pueblo a la calle.
A propósito de esos acontecimientos, hace unos días el distinguido comunicador Nelson Encarnación escribía, para ciertos medios, el título: “la verdad muere en la guerra’’. En su publicación, el amigo periodista narra cómo en la ocupación rusa a Ucrania, cito: “los medios occidentales se apandillaron de una manera feroz contra Rusia, cerrando toda posibilidad a que en este lado del mundo se conozca más de una versión’’. Lo dicho por Nelson pasó con las agencias internacionales, AP y UPI, en República Dominicana en los acontecimientos de 1965.
La Batalla del Puente y el asilo de Caamaño
Es mucha la bibliografía en lo relativo a la narrativa de los hechos de 1965; entre esas historias está la “Épica’’ de Claudio Caamaño: “Caamaño Guerra Civil 1965’’. Es apasionante leer a Claudio, pues se trata de un autor participante en los hechos. Nos cuenta Claudio el momento en que, en horas tempranas del martes 27 de abril, va a buscar a Caamaño en la Embajada de El Salvador, donde se había asilado el día anterior. Cuenta que al salir de la Embajada el coronel le dijo: “primo yo soy una mierda’’ y le repitió: “primo yo soy una mierda’’.
Esa misma mañana del 27 de abril, mientras Caamaño hacía esfuerzos por concentrar sus fuerzas en el puente Duarte, el Embajador de los Estados Unidos en el país, William Tapley Bennett, convoca una reunión en su Embajada, con la participación del presidente doctor José Rafael Molina Ureña y el coronel Caamaño.
Ya en la antesala de la Embajada, Caamaño esperaba a que un coronel norteamericano avisara al Embajador de su presencia; impaciente, Caamaño le dice a Claudio: “si el coronel del coño no viene, lo mandamos a la mierda y nos vamos de aquí’’. Ya en la reunión, a Caamaño no se le permitía hablar, mientras el Embajador le repartía “boches’’ a los asistentes. Caamaño, ya molesto, le dijo al Embajador, cito a Claudio: “no necesito hablar ya, señor Embajador, quiero que usted sepa una cosa, le vamos a demostrar que también hay dominicanos que tienen vergüenza, que cuando es necesario morir saben morir con honor’’. Es así, que estrellándole la puerta encima al Embajador Yanqui, Caamaño sale para el puente Duarte “a casarse con la gloria’’.
En esa feroz batalla del puente Duarte, ese martes 27 de abril, las fuerzas constitucionalistas, con Caamaño a la cabeza, dieron una contundente derrota a las fuerzas golpistas de San Isidro representadas por el general Elías Wessin y Wessin. El único periodista presencial en esos acontecimientos fue el corresponsal del Listín Diario, Luis Reyes Acosta, y es quien minutos antes de las 10 de la noche, le comunica a Claudio Caamaño que el Listín Diario no publicaría la crónica escrita por él, donde daba cuenta de la contundente derrota a las fuerzas de San Isidro, y que lo publicado sería todo lo contrario. Para Claudio, Caamaño y el propio corresponsal, “todo era coordinado en la Embajada de EE.UU’’. De ahí la frase de Claudio a Caamaño: “nadie cree que ganamos’’.
Caamaño visita al Listín Diario
Ya pasada las 10 de la noche de ese martes 27 de abril, el coronel Caamaño decide presentarse ante el director del Listín Diario, Rafael Herrera Cabral. Ante los argumentos de Caamaño sobre la información recibida, Herrera dice, cito: “quiero oír la versión del coronel Francisco Caamaño…”. Pero todo fue un engaño, pues al otro día muy temprano, miércoles 28 de abril, Caamaño abre el periódico y constata que todo se publicó tal lo había decidido la Embajada de EE.UU. Igual resultó con la visita de Caamaño a Germán Emilio Ornes, director del periódico El Caribe, quien no se encontraba, siendo recibido por el jefe de Redacción, Radhamés Gómez Pepín.