Redacción/elCorreo.do
SANTO DOMINGO: El presidente Luis Abinader, tras encabezar los actos por el centenario de la coronación de la canónica de Nuestra Señora de la Altagracia, pidió que la virgen siga protegiendo al pueblo dominicano.
La ceremonia inició con la llegada del jefe de Estado, quien recibió los honores de estilo con una salva de 21 cañonazos y la entonación del Himno Nacional a cargo de la banda de música del Primer Regimiento de la Guardia Presidencial.
El mandatario estuvo acompañado de la vicepresidenta Raquel Peña; la primera dama, Raquel Arbaje; la alcaldesa del Distrito Nacional, Carolina Mejía, y el ministro Administrativo de la Presidencia, José Ignacio Paliza, con quienes depositó una ofrenda floral en honor a la madre protectora de todos los dominicanos.
El presidente Abinader dijo en la Puerta del Conde que un día como hoy, hace ya cien años, fue coronada la Virgen de la Altagracia, dotada de notables orfebres y las prendas donadas por ciudadanos devotos.
La imagen salió de la Basílica de Higüey en una carroza adornada por flores blancas hasta llegar a la capital.
Fue paseada por el Faro a Colón, donde católicos le esperaban para saludarle con un rosario formado con globos rellenos de helio que luego alzaron al cielo azul celeste.
El arzobispo de Santo Domingo, Francisco Ozoria Acosta, fue quien recibió oficialmente a la imagen de la Virgen en el Monumento Fray Antón de Montesinos.
Cientos de feligreses católicos siguieron el recorrido de la imagen venerada por el pueblo dominicano, que mayoritariamente profesa esa religión.
Luego de un acto religioso multitudinario en el Palacio de los Deportes, la imagen fue regresada a su santuario en la Basílica de Higüey.
“Esa devoción de ayer es la misma hoy, porque los dominicanos recordamos cómo la Virgen de la Altagracia ha sido y seguirá siendo nuestra protectora a lo largo de los siglos. Aquí en esta tierra nuestra como en ninguna otra se cumple el mandato de Jesús en la cruz cuando dijo: ‘hijo he ahí a tu madre’”, expuso el jefe del Estado.
Manifestó que en muchos hogares dominicanos se puede encontrar, junto a las fotos familiares, una imagen de la virgen. “Ella es nuestra madre y como tal intercede ante Dios para favorecer a sus hijos”, apuntó.
El Presidente Luis Abinader realizó una breve reseña del inicio de la devoción, recordando que el 21 de enero de 1691, tropas españolas al mando del gobernador Francisco Segura Sandoval derrotaron a fuerzas francesas en la batalla de Sabana Real de la Limonada.
“Se cuenta que los lanceros de Salvaleón de Higüey y de Santa Cruz de El Seibo le prometieron a María de la Altagracia que si salían vivos de la batalla su nombre sería conocido y venerado en toda la isla. Consiguieron el favor y cumplieron la promesa. Hoy no queda ningún rincón de esta tierra en el que este santo nombre no sea conocido”, narró el Presidente Abinader.
