La tarea ahora en caso Konanki

Las autoridades dominicanas han hecho todo lo humana y materialmente posible para tratar de localizar a la turista india-estadounidense que desapreció en una playa del este de la República.
Cuando decimos humana y materialmente posible, es porque no cabe otra definición a un esfuerzo extraordinario desplegado con todos los recursos a la mano para tratar de despejar todas las incógnitas en el presente caso.
No es la primera vez—y lamentablemente no será la última—en que una persona desaparece sin dejar el más mínimo rastro, y solo el tiempo desvanece las interrogantes, aunque nunca se le localice.
Tampoco será esta la última vez en que un turista se vea envuelto en problemas, incluso con la pérdida de su vida, tanto en la República Dominicana como en cualquier lugar del planeta.
Con todas estas vertientes en el tapete, la tarea que corresponde ahora a las autoridades dominicanas es armar la estrategia adecuada para que el caso Sudiksha Konanki no tenga una repercusión importante en la imagen turística del país.
Esa estrategia tiene que cimentarse en despejar cualquier narrativa interesada—que de seguro vendrá—para que esta no se afinque como un elemento que dañe el turismo, uno de los pilares fundamentales de nuestra economía.
Por lo pronto, es muy poco probable que a nuestros centros turísticos acuda nadie que tenga que ver con el entorno de la joven estudiante, sus relacionados directos, vecinos de su ciudad, de su universidad, etc. Ese conglomerado posiblemente no forme parte de nuestros próximos visitantes.
Por consiguiente, lo relevante en lo inmediato y hacia el futuro cercano es remediar los daños reputacionales que sin ninguna duda recibirá nuestra industria turística. ¿Qué harán las autoridades al respecto? Esa es la tarea.