
Redacción/elCorreo.do
SANTO DOMINGO: Fuera por un cortocircuito o, peor aún, fruto de un sabotaje, las pérdidas calculadas hasta ahora por la salida de servicio del alumbrado de las pistas del Aeropuerto Internacional de las Américas (AILA) ya se acercan a los RD$30 millones.
En caso de que la suspensión durante más de cuatro horas de las salidas y llegadas de aviones fuera el sabotaje, los resultados serían peores, porque acarrearía el daño a la credibilidad del sistema de aviación internacional.
Conforme pasa el tiempo, nuevas denuncias de deficiencias y descuidos se agregan al deterioro con que opera “la principal aeropuerta” de entrada y salida al país.
Se afirma que todavía siguen fuera de servicio al menos 10 cámaras térmicas desmontadas gradualmente por el Cuerpo Especializado de Seguridad Aeroportuaria y de la Aviación Civil (Cesac) para sustituirlas por unas más modernas.
Este sistema permite registrar lo que ocurre de manera real y simultánea en los 9 kilómetros de perímetro del aeropuerto, mediante la captación de alarmas cuando se detecta la presencia de algún desconocido.
Varios ejemplos de estas deficiencias se han expuestos, entre éstos el caso del ciudadano venezolano o canadiense que el pasado 28 de febrero derribó con su vehículo una puerta de malla metálica de una entrada a la terminal llegando a la pista de aterrizaje.
Este incidente se habría producido por la ira del extranjero por la presencia de una aeronave de su país, a la que habría llegado a embestir antes de su arresto.
Con el cortocircuito o sabotaje ha salido a relucir que a las cámaras manejadas por la seguridad militar, se suman las de soporte operadas por Aerodom, las que también están en el proceso de cambio por otro con una tecnología “más confiable y moderna”.
Además de las cámaras del perímetro, hay otras instaladas que cubren la plataforma, pista de aterrizaje, calles de rodaje y toda la zona de operación del aeropuerto.
Vigilancia física
El cuerpo de seguridad también cuenta con garitas de vigilancia personalizada a lo largo del perímetro, correspondiéndole hacer recorridos de manera permanente, elemento que refuerzan la hipótesis del cortocircuito.
“Si las cámaras hubiesen estado funcionando y la vigilancia militar estuviera activa, se habría detectado rápidamente el lugar y razón de la interrupción de las luces en las pistas”, razonó un experto en el tema.
¿100% seguro?…pero no hoy
El pasado martes, el director del Cesac, Carlos Febrillet Rodríguez, dijo que “no hay ningún aeropuerto 100 por ciento seguro”. “Pueden buscarlo en cualquier parte del mundo”, agregó.
Con su aseveración, brigadier desmintió la versión de sabotaje expuesta por la vicepresidenta Raquel Peña en varios tuits subidos a las redes sociales, precisando que lo ocurrido se trató de una acción para robar los cables.
Agregó que “la investigación realizada por el Casac confirmó que un acto vandálico provocó la salida de servicio de las luces de la pista de aterrizaje del Aeropuerto Internacional Las Américas”.
Febrillet Rodríguez explicó que el domingo, en el aeropuerto “hubo un cortocircuito, debido a una interferencia; se agarraron los cables y (el suceso) está en proceso de investigación”.
También el Ministerio Público tiene una investigación abierta sobre el suceso.
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