Una trama golpista mete cizaña entre Colombia y Estados Unidos

Fuente externa
BOGOTA. –El escándalo del plan golpista que involucra al excanciller Álvaro Leyva y varios opositores radicales al gobierno del presidente colombiano, Gustavo Petro, ha provocado que las tensiones entre Colombia y EE.UU. aumenten cada vez más.
Y es que en las denuncias aparecen con fuerza no solo la periodista y precandidata presidencial Vicky Dávila o el exmandatario Álvaro Uribe Vélez, sino todo un grupo de senadores estadounidenses.
Este jueves, 30 congresistas colombianos, pertenecientes al Pacto Histórico, al Partido Comunes, la Alianza Verde y el Partido de la U, enviaron una carta a la Comisión de Ética de la Cámara de Representantes del Congreso de EE.UU. para solicitar que se abra una investigación contra los legisladores republicanos Mario Díaz-Balart, María Elvira Salazar y Carlos Giménez, por sus «presuntas acciones injerencistas» contra Colombia.
«Solicitamos respetuosamente una investigación exhaustiva sobre estos hechos. Que se determine si existió alguna violación a los códigos de conducta parlamentaria y que, de comprobarse infracciones, se apliquen las sanciones correspondientes», indicaron los senadores colombianos al referirse a polémicos audios y publicaciones periodísticas que revelan una trama conspirativa para derrocar a Petro, que difundió el diario español El País.
La situación ha generado impactos negativos en las relaciones diplomáticas. Este jueves en la mañana, el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, llamó a «consultas urgentes» a John T. McNamara, encargado de negocios interino de la Embajada estadounidense en Colombia.
La medida, dijo, fue tomada ante las «declaraciones infundadas y reprensibles de los más altos niveles del Gobierno» colombiano. Esa fue la evaluación de Rubio luego de que, el miércoles, Petro emplazara a las autoridades de EE.UU. a investigar la presunta implicación de congresistas republicanos en un plan sedicioso para deponerlo.
En un comunicado difundido por el Departamento de Estado, bajo la firma de la portavoz Tammy Bruce, Washington afirmó que «está adoptando otras medidas» orientadas a dejar clara su «profunda preocupación por el estado actual» de los nexos bilaterales; y precisó que «a pesar de las diferencias políticas con el Gobierno actual, Colombia sigue siendo un socio estratégico esencial».
Petro responde
En reciprocidad ante la medida adoptada por EE.UU., Petro llamó a consultas a su embajador en Washington, Daniel García Peña. «Corresponsablemente a la llamada a consultas del señor encargado de [negocios de] la Embajada de EE.UU. en Colombia, llamo a consultas a nuestro embajador Daniel García Peña», escribió el mandatario en X.
Luego, en una alocución, Petro instó a Trump a hablar «realmente de relaciones diplomáticas», para resolver asuntos de suma importancia como la lucha contra «las organizaciones multinacionales del crimen».
El miércoles, Petro denunció que estaba en marcha un golpe de Estado «en flagrancia», y pidió a la Justicia de EE.UU. investigarlo. En una interacción en X, Petro detalló los pasos ejecutados por Leyva, junto con medios de comunicación y opositores, para sacarlo del cargo, como la campaña en que buscaron calificarlo como «drogadicto».
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