Colaboración/elCorreo.do
PERSPECTIVA: En la República Dominicana, los más optimistas, que son dueños de periódicos, mantienen la «esperanza» de que la prensa escrita (con sus periódicos tradicionales), no desaparecerán.
Pero es que tiene «sus bemoles». Porque para que ese negativo fenómeno no ocurra -y los analistas más agudos, con sus opiniones enmarcadas en el más alto escepticismo-, creen que sí, que los periódicos «tienen sus tiempos contados».
Sin embargo, en ese mismo segmento se cuentan quienes indican que «todo dependerá» del empresariado de la prensa escrita. De que agilice nuevas políticas que se ajusten a los nuevos tiempos de la comunicación moderna.
Especial detalle: Sobre este importante aspecto no debo dejar de citar en este trabajo, porque se trata de uno de los gerentes periodísticos que ha tenido clara visión de cómo deben manejarse los medios noticiosos. Me refiero a don José Luis «Pepín» Corripio Estrada.
Una semana antes de dar inicio a este artículo, con sus cuatro entregas, Pepín Corripio -con un lenguaje que “encaja” en el tema-, hizo la siguiente advertencia: “Frente al avance de la tecnología, la colina está muy empinada negativamente para la prensa escrita.”
Y remachó: “Para mantener los periódicos representa un gran esfuerzo financiero y económico, pero confío en que siempre habrá lectores de periódicos”.
Es una opinión que busca dar ánimo a quienes no deben aislarse de la lectura de los tradicionales diarios…¡y no dejarse vencer por la prensa digital!
No obstante, y lo ratifico, es responsabilidad (gerencial) de los dueños y ejecutivos de periódicos crear nuevas y agresivas plataformas informativas, en especial profundizar en el reportaje; enjundiosos análisis y evitar que sus periodistas se “recuesten” del facilismo
La crónica, que siempre tiene que estar en el diarismo, pero -por necesidad informativa y de orientación a la lectoría nacional- debe fusionarse con trabajos de investigación que den al traste con la exigencia de la sociedad y de todo su entorno.
En síntesis, los periódicos de papel en nuestro país seguirán su curso, aunque sin descartar que en corto tiempo podrían colapsar. ¡Es lo objetivo que marca la modernidad comunicacional a nivel de todo el planeta!
Un aspecto que todavía favorece a la prensa escrita es que los diarios digitales, en su gran mayoría, no realizan un trabajo que les dé el título de “periodismo profundo y acorde con los avances de la comunicación moderna”.
Sobre el particular hay que resaltar que todavía el agitado diarismo digital no le gana la batalla informativa a la prensa escrita y por tal razón, directivos de periódicos digitales, conscientes de que están en competencia con el periodismo tradicional, redoblan sus esfuerzos profesionales.
Pero por fortuna -diría un periodista veterano y «amarrado» a los viejos tiempos- ¡los periódicos de papel todavía viven!
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