República Dominicana apuesta a convertirse en imán de cruceros internacionales
Los picazos o palazos inaugurales que acostumbra a dar el presidente dominicano, Luis Abinader se trasladaron hasta el paradisiaco escenario de Cabo Rojo (suroeste), donde dio por iniciadas las obras de un puerto de cruceros llamado a ser el embrión del desarrollo turístico de la provincia de Pedernales.
SPUTNIK
Gonzalo Becerra
SAN SALVADOR.- De cumplirse el programa estratégico gubernamental, concebido para 10 años y con una inversión cercana a los a los 2.245 millones de dólares, el Caribe dominicano abriría las puertas a otra versión como la del internacionalmente famoso polo de Punta Cana, extremo oriental de la isla de La Española.
Por lo pronto, Abinader anunció: «Con la operación de Port Cabo Rojo estamos en el camino correcto para convertir a la República Dominicana en el hub de cruceros del Caribe, y este no será el último puerto de cruceros que presentemos, vendrán más».
Y sentenció que el desarrollo turístico de Pedernales será el motor económico del sur de la República Dominicana
La terminal de Port Cabo Rojo, en la cual la compañía mexicana ITM Group invertirá 98 millones dólares, debe estar lista para diciembre de 2023 y podrá recibir hasta un millón de cruceristas por año.
La instalación contará con cuatro posiciones de atraque, un centro de recepción de pasajeros, un parque acuático, un hotel boutique y área de playa, entre otras facilidades.
Región virgen… y pobre
El puerto de cruceros significa la arrancada del proyecto de desarrollo turístico en el entorno de Cabo Rojo y Bahía de las Águilas, región hasta ahora virgen en la provincia de Pedernales, la menos poblada del país antillano, con poco menos de 60.000 habitantes según el censo de 2010. Y entre las regiones con índice de pobreza más alto en el país.
El 68% de la superficie de Pedernales (2.075 kilómetros cuadrados) es un área protegida ocupada por los parques nacionales de Sierra de Bahoruco y Jaragua, los cuales fueron unificados en una Reserva de la Biosfera, declarada en 2002 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Los humedales de Jaragua fueron declarados como Sitio Ramsar, una categoría asignada a los espacios naturales de ese tipo de importancia para la humanidad, debido a su riqueza biológica.
Hasta hace unos años, además de la agricultura y el comercio con la muy cercana Haití, la principal actividad económica de Cabo Rojo fue la minería y exportación de la bauxita.
Por lo menos nueve grupos hoteleros internacionales ya anunciaron sus intenciones de fomentar hospedajes en la región.
En la pasarela de FITUR
Pro-Pedernales, un fideicomiso público encargado de ejecutar las infraestructuras necesarias para el desarrollo turístico de la provincia, fue establecido por el decreto presidencial Decreto 724-20.
El 21 de enero de 2022, Abinader presentó el proyecto en el marco de la Feria Internacional de Turismo de Madrid (FITUR), donde aprovechó para invitar a los inversionistas extranjeros a colocar capitales en el extremo o sudoccidental dominicano.
«Cabo Rojo-Pedernales será el primer destino turístico del Caribe desarrollado desde cero bajo la alianza público-privada, con una oferta de lujo fundamentada en un turismo sostenible, cuidando cada detalle para ofrecer al turista la mejor experiencia», adelantó el mandatario al exponer el Plan Maestro de Desarrollo Turístico de Pedernales.
Cuestionamientos
Pero al parecer en Pedernales todo no es color de rosa. Un informe de Alba Sud, un centro de pensamiento catalán especializado en investigación y comunicación para el desarrollo focalizado en Centroamérica y el Caribe, argumenta en cuatro puntos las limitaciones del mega proyecto turístico.
En primer lugar, el hecho de estar pensado para un turismo extranjero, sin tener en cuenta la reciente crisis de la pandemia que colapsó la industria.
Los hoteles de lujo y boutique mayormente concebidos dejarían muy pocas opciones al turismo nacional, lo cual podría abrir una brecha de exclusión.
Advirtió también que el modelo planteado pudiera decretar el uso de las playas solo para los clientes de las instalaciones hoteleras.
Acerca de la generación de empleo, principal fortaleza que el confiere el Ejecutivo al programa de desarrollo, resulta preocupante la falta de acciones de preparación profesional y o técnica para la población local.
Por último, llamó la atención sobre la fragilidad del ecosistema y el peligro que representaría la sobreexplotación de recursos naturales, el agua en primer término.
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