Redacción/El Correo
Las limitaciones económicas que tendrán los partidos de la oposición podrían convertirse en un valladar insalvable para vencer al gubernamental Partido de la Liberación Dominicana y aliados, ya que tendrán que volver a financiar los gastos del montaje de las elecciones municipales, como resultado de la anulación de la consulta popular del pasado domingo.
Según entendidos políticos, la nueva dificultad de la oposición tiene su origen en el hecho de tener enfrente la necesidad de procurarse más recursos económicos, mientras los oficialistas podrán disponer de nuevas y mayores posibilidades monetarias.
En ese sentido, los analistas consultados entienden que sólo la lealtad partidaria e incurrir en nuevos préstamos podrían evitar una barrida oficial en las próximas elecciones.
“Desafortunadamente, la oposición, aunque sea uno de los partidos denominados mayoritarios, agotó su presupuesto de gastos en las elecciones municipales y tendrá que reponerlo cuando se vuelvan a convocar en este caso para el 15 de marzo”, expuso uno de los consultados.
El temor de los grupos opositores son las distintas modalidades que emplean las organizaciones políticas cuando controlan un estamento del Estado, no sólo el Gobierno central, sino también los cabildos.
Como muestra de ese desnivel de ingresos en el manejo de fondos, se recuerda la resistencia que mostraron los oficialistas cuando la dirección del Plan Social de la Presidencia convocó a los suplidores de enseres domésticos y de productos alimenticios a presentar cotizaciones por casi mil millones de pesos, para ser distribuidos a familias necesitas durante los meses de campaña electoral.
Se considera que fueron muchos los millones que necesitaron las organizaciones políticas y los candidatos de modo individual, en procura de salir airosos y dirigir las alcaldías, a través de las cuales pueden nombrar sus parciales, aunque en un espectro más limitado.
Fue partiendo de esa realidad que los expertos en administración de fondos en períodos electorales insistieron en que sólo la colectivización de todos los fondos que pueda ingresarse la oposición, y el convencimiento de la población de sus ofertas, tendría la oportunidad de derrotar el oficialismo.
Y es que la ventaja oficial se manifiesta de varias maneras de agenciarse recursos, ya de forma soterrada de las dependencias gubernamentales, “colaboraciones espontáneas” o el financiamiento que hace el Estado a los partidos reconocidos por la JCE.
Este año los partidos políticos recibieron por la asignación la suma de cerca de tres mil catorce millones de pesos equivalentes al doble de lo que reciben años no electorales, pues en el año pasado recibieron 1,507 millones.
El PLD, PRM, PRD y PRSC concentraron el 80% del dinero que recibieron del Estado, ascendente a más de 2,411 millones de pesos, lo que implica que el PLD y su aliado PRD reciben en conjunto, el doble del PRM y el PRSC, ya que el total del aporte se divide en partes iguales.
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