Medidas de seguridad en reuniones de Abinader a puertas cerradas con funcionarios reflejan trataron asuntos “de alta política”

Redacción/elCorreo.do
SANTO DOMINGO: Las reuniones a puertas cerradas que durante dos días consecutivos celebró el presidente Luis Abinader con sus funcionarios, en momentos que altos oficiales activos de los cuerpos castrenses y policiales son procesados por supuestos actos de corrupción, reflejarían una situación delicada, que podría describirse como “de alta política”, por las medidas discrecionales tomadas en los encuentros.
Una muestra de las medidas consideradas especiales para la seguridad nacional fue que a los presentes, todos funcionarios de primera línea, no se les permitió entrar a las reuniones con sus teléfonos celulares.
Pudo observarse que hasta las 2:30 de la tarde del domingo, ministros y directores generales del Gobierno estuvieron reunidos de manera secreta supuestamente “para evaluar las ejecutorias del Gobierno en sus nueve meses de gestión y planificar las acciones que darían continuidad a las metas trazadas”.
En las reuniones celebradas a puertas cerradas desde el pasado sábado en el salón de convenciones del Ministerio de Relaciones Exteriores (Mirex), según trascendió, “se les exigió a los funcionarios dejar sus teléfonos móviles fuera, no se sabe si para evitar filtraciones de información o para lograr una mayor concentración de estos en los temas que fueron tratados”.
Los encuentros, iniciados a las nueve de la mañana, estuvieron encabezados por el presidente Abinader y a los mismos solo tuvieron acceso los funcionarios convocados.
Una nota adelantó que se hablaría de metas y propósitos
Una nota enviada previamente a los medios de comunicación, el propósito de esta reunión era unificar criterios entre los altos funcionarios del Gobierno, en cuanto a metas y propósitos a seguir para consolidar los objetivos de esta administración.
La información divulgada desde el sábado, no ofrecía detalles sobre los temas en torno a los que se unificarían los criterios y a pesar de los esfuerzos realizados, no fue posible conocer más datos ni los resultados.
El documento explicaba que los funcionarios de la actual administración “se enfocarían en evaluar los nueve meses que lleva la actual gestión de gobierno y en planificar las próximas ejecutorias, como una forma de dar continuidad a las metas trazadas”.
Añadía que los ministros y directores generales trabajarían en la planificación de proyectos a ejecutar en diferentes áreas en favor la población.
Adelantaba que los temas tratados en dicha actividad serían expuestos por expertos nacionales y extranjeros, especialistas en los mismos.
El contexto político de las reuniones
Observadores del acontecer político nacional resaltaron que en esta última semana el país ha estado a la expectativa sobre los casos de corrupción que ventilan en la justicia.
El escándalo más reciente ha girado en torno a la Operación Coral y las delaciones del mayor Raúl Girón Jiménez sobre la red de corrupción orquestada en los cuerpos especializados de seguridad.
Se ha destacado que por la gravedad de los hechos, la población se mantiene a espera de las acciones que tomará el presidente Abinader al respecto.
Como cabecilla del entramado de corrupción es señalado el mayor general Adán Cáceres Silvestre, jefe de la seguridad personal del ex presidente Danilo Medina.
Con anterioridad el Ministerio Público ejecutó la Operación Antipulpo, otro entramado de corrupción acusado de estafar al Estado con miles de millones de pesos, en el que están acusados dos hermanos del ex presidente Medina, varios ex funcionarios de sus gobiernos y presuntos testaferros.
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