«La pandemia de covid-19 es también una emergencia que afecta a los derechos de la infancia»
Meritxell Relaño (Durango, 1972) es desde mayo del 2019 directora adjunta de Emergencias de UNICEF.
EROSKI CONSUMER
MADRID.- Anteriormente fue representante de esta institución en Yemen, Yibuti y Gambia, y ha trabajado en Mozambique, Colombia, Panamá y Timor Oriental desde que comenzó su carrera en UNICEF en 1999. Hablamos con ella sobre cómo ha impactado la pandemia de coronavirus en los derechos de las niñas y los niños.
¿Cómo han afectado los dos años de pandemia a los niños y niñas más vulnerables en países que ya antes estaban en crisis?
La covid-19 ha afectado a la infancia y la adolescencia de muchas maneras y de diferentes formas según hablemos de Europa, África, Asia o América. En el ámbito de la educación, es importante recalcar que en muchos países la educación de millones de niños y niñas se ha visto interrumpida, y muchas niñas y niños no han vuelto a ir al colegio. En otros casos, debido a los recursos limitados de muchas familias, los niños y niñas no han podido seguir las clases online debido a la falta de conectividad o de recursos.
¿Y en el ámbito sanitario?
En el área de la salud, hemos visto que en los lugares que dependen de un sistema para distribuir vacunas principales que salvan vidas, el colapso ha supuesto menos niños y niñas con las vacunas de rutina puestas, muchas visitas prenatales canceladas y, en general, una peor atención en casos de niños y niñas que sufren de desnutrición. Por otra parte, en los meses en los que niñas y niños no han podido salir de casa, desde UNICEF hemos detectado que han estado más expuestos a posibles situaciones de abuso y violencia, y que los problemas relacionados con la salud mental se han acentuado.
Se entiende entonces que ha afectado a muchos ámbitos importantes y claves en el desarrollo de la infancia.
La covid-19 ha hecho retroceder el acceso a servicios sociales para millones de niñas y niños en el mundo y ha puesto sobre la mesa un panorama de desigualdades que ya existía, pero que a raíz de la pandemia se ha acentuado. Como siempre, los niños y las niñas que ya estaban inmersos en crisis están siendo los más afectados.
UNICEF ha pedido recientemente la vuelta a las clases presenciales para evitar otros riesgos. ¿A qué riesgos se refiere?
En Kenia o Uganda las escuelas han estado cerradas durante dos años, esto hace que las niñas y los niños que estaban en riesgo de abandonar la escuela definitivamente lo hagan y sea difícil que vuelvan. Además, sobre todo las niñas que no van a la escuela están más expuestas a abusos, matrimonios prematuros, etc. Y, por supuesto, su desarrollo se ve interrumpido por la falta de clases presenciales. Si nos centramos en el impacto que la pandemia y el cierre de las escuelas han tenido en el desarrollo de las niñas y los niños, observamos que ésta tiene un impacto directo sobre los logros conseguidos en educación para la infancia en cuanto a acceso, aprendizajes y socialización de la infancia.
Se habla de la escasez de vacunas contra el coronavirus en algunos países. ¿Cuál es la situación y cómo perjudica a la infancia y la adolescencia?
La vacuna de la covid-19 no ha llegado a todos los países por igual. En África, muchos países tienen una cobertura menor de un 20 % de la población y la vacunación únicamente se ha centrado en los profesionales de la salud. El impacto en la infancia no se traduce tanto en la falta de la vacuna en sí, sino en el cierre de las escuelas, el colapso de los sistemas de salud, la crisis económica derivada de los confinamientos, los riesgos de violencia y desprotección de la infancia…
¿Qué implicación tiene UNICEF y cuál es vuestro trabajo cuando se habla de vacunación contra la covid-19?
UNICEF está liderando la operación de suministro de vacunas más grande y compleja de la historia, a través del mecanismo COVAX, y tenemos claro que nadie estará a salvo hasta que todos estemos a salvo. Pedimos un acceso rápido, justo y equitativo a las vacunas contra la covid-19. Además, desde UNICEF también distribuimos: jeringas, cajas seguras para el desecho de las vacunas una vez utilizadas, mascarillas quirúrgicas y guantes, trajes de protección para sanitarios, concentradores de oxígeno y test de diagnóstico.
Como directora adjunta de Emergencias de UNICEF, ¿qué se considera una situación de emergencia?
Hay muchos tipos de emergencias: de origen natural, como inundaciones, terremotos, huracanes… y otras emergencias que parecen naturales pero que están relacionadas con el cambio climático, como las sequías o las explotaciones incontroladas de los recursos naturales. Otro tipo de emergencias son las causadas por epidemias o pandemias como la del cólera, el ébola o la covid-19. No debemos olvidarnos de las emergencias causadas por conflictos armados, que lamentablemente afectan a un gran número de niños y niñas en el mundo en países como Siria, Yemen, Afganistán, Burkina Faso, República Centroafricana o Myanmar. Tampoco podemos dejar de lado las crisis de personas migrantes y refugiadas. Y, finalmente, en UNICEF también hablamos de las crisis complejas, que tienen varios o todos los elementos anteriormente citados, como Yemen, donde existe un gran conflicto armado, pero también cólera, sequía e inundaciones, crisis económica, etc. En UNICEF trabajamos en todas ellas con el objetivo de llegar a cada niño, cada niña, cada adolescente.
¿Cuántos niños y niñas viven hoy en día en situaciones de emergencia en el mundo?
Lamentablemente, como ya se informó desde UNICEF en el Informe de Acción Humanitaria para la Infancia (HAC) presentado en diciembre, actualmente hay más de 177 millones de niños y niñas en situación de necesidad en 145 países. En Afganistán, por ejemplo, 13 millones de niños y niñas necesitan ayuda humanitaria urgente, entre ellos un millón de niños y niñas que se enfrentan a la desnutrición aguda grave en un momento en el que el sistema sanitario está al borde del colapso.
El llamamiento de financiación de este año, más de 8.000 millones de euros que es el más grande de la historia de UNICEF, se produce cuando la escalada de conflictos ha llevado a millones de niños y niñas y sus comunidades al borde del abismo. Los ataques contra los niños y niñas que viven en países en conflicto, incluidos aquellos contra infraestructuras civiles esenciales para la supervivencia, siguen sucediéndose a un ritmo alarmante. En el informe HAC, UNICEF cita más de 50 países como la República Centroafricana, que es uno de los países más pobres del mundo, pero también Yemen, Siria, Cabo Delgado en Mozambique, la hambruna en Somalia, Etiopía, Afganistán, Myanmar, Venezuela, Burkina Faso… No podemos olvidarnos de nadie. Tenemos que intentar llegar a cada niño y niña, sin dejar a nadie atrás.
En la actualidad trabaja en Ginebra, pero ha sido representante de UNICEF en Yemen, entre otros países. ¿Cómo está Yemen hoy?
La situación en Yemen sigue siendo catastrófica, con siete años de guerra a sus espaldas, una población cada vez más vulnerable y empobrecida. UNICEF sigue trabajando muy duro para asegurar que los niños y niñas estén vacunados, para que se trate la malnutrición, seguimos proveyendo agua y saneamiento, educación, transferencias de efectivo a un millón y medio de familias…
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