Liza ColladoPerspectiva

La lucha contra la corrupción

Por Liza Collado

Colaboración/elCorreo.do

PERSPECTIVA: La Constitución de la República Dominicana, en su artículo 64, establece el derecho, acceso y disfrute de los bienes culturales, la producción literaria y artística, y los avances científicos; esto, como afirmación de que la cultura es un componente fundamental en el desarrollo de las personas y el Estado.

Afianzar las manifestaciones culturales ofrece un potencial económico, la cultura hoy en día, es un elemento generador de riquezas, determinante en la cohesión social y la identidad nacional.

Recientemente leímos una entrevista del encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos en el país, señor Robert Thomas, concedida a un diario de circulación nacional, en la que, entre otras cosas, señalaba que “los retos de la corrupción en el país son endémicos y para luchar contra ella, además del esfuerzo que hacen las autoridades y el sector privado, hace falta un cambio de cultura”.

Estamos de acuerdo, promover y desarrollar los procesos y manifestaciones que reafirman la identidad nacional, nos harán mucho más consientes de las profundas reformas que necesitamos para disminuir la corrupción, puntualizando que la primera acción debe ser nuestro proceder ciudadano.

En nuestro país necesitamos un sistema de cultura con enfoque anticorrupción, que supere la dispersión institucional, fortalezca los mecanismos de control y establezca los compromisos, nacionales e internacionales para tales fines. Construir ciudadanía implica promover el sentido de la equidad, pluralidad y participación, en procura de romper los patrones culturales no favorables para el desarrollo.

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Cada ciudadano y ciudadana debe convertirse en veedor de los recursos públicos y su ejecución.

Las transformaciones comienzan cuando el Estado es capaz de recuperar y proteger su patrimonio, incentivar la participación en actividades orientadas al pensamiento crítico; buscando con ello también, fomentar una cultura de igualdad que proyecte valores y nuevos roles para mujeres y hombres, visibilizando sus contribuciones al desarrollo integral de las comunidades a las que pertenecen.

Podemos redactar cientos de reglamentos, documentos, formar cantidades de promotores culturales orientados al tema corrupción, inyectar recursos, incluso provenientes de la cooperación internacional, no obstante, hasta que cada uno no se asegure de respetar las normas y desde la individualidad se ocupe de predicar con el ejemplo en sus decisiones y acciones, será difícil disminuir este flagelo.

Somos un medio independiente que asume un compromiso con la libertad de expresión, la transparencia y el acceso a la información de los ciudadanos.

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