El ex presidente los Estados Unidos Bill Clinton, ha formulado un señalamiento de una gravedad pasmosa, al afirmar que el verdadero motivo del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para lanzar el ataque contra Irán, tiene que ver con una estrategia netamente personal.
Según Clinton, líder estadounidense de 1993 a 2001, Netanyahu está empecinado por mantenerse en el gobierno del país hebreo, sin importar las consecuencias que su obstinación le pueda acarrear al mundo.
Está haciendo tal advertencia una persona que como presidente de los Estados Unidos ofreció respaldo a Israel, tal lo han hecho todos los gobernantes de esa nación desde el establecimiento del Estado judío en 1948.
Clinton entiende que alguien en el gobierno estadounidense debe detener las locuras del primer ministro israelí, lo cual no parece viable en estos momentos, sobre todo cuando, por el contrario, el actual inquilino de la Casa Blanca lo que quiere es sumarse de manera activa al conflicto desatado por las locuras de Netanyahu al atacar Irán hace una semana.
Es decir, que lejos de tomar medidas para evitar alargar el conflicto, Donald Trump lo que pretende es hacerse con el liderazgo del enfrentamiento con Irán, sin medir las repercusiones de su involucramiento.
Lo peor, además, es que no muchos en el liderazgo estadounidense, ni mucho menos en el europeo, están conscientes del abismo al que Netanyahu y su obsesión están conduciendo al mundo.
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