Perspectiva

Histórico abril de 1965

REFLEXIONES/Bartolomé Castillo Garó

Colaboración/elCorreo.do

PERSPECTIVA: La tiranía trujullista había sido desmembrada el 30 de mayo de 1961. Los remanentes, encarnados en Ramfis y Balaguer, fueron echados del país, el 19 de noviembre de 1961 y el 16 de enero de 1962, respectivamente. Terminada la «era del jefe», el país inició el camino hacia la recuperación de sus libertades, proceso que, al terminar el primer cuarto del siglo XXI, todavía está en proceso.

Las elecciones de 1962.

El 20 de diciembre de 1962 se celebraron las primeras elecciones relativamente libres, después de 31 años de férrea dictadura. De esa contienda electoral resultó electo presidente el profesor Juan Bosch y Gaviño por el PRD, quien tomaría posesión el 27 de febrero de 1963, siendo destituido por un golpe militar el 25 de septiembre de ese mismo año.

El Triunvirato.

Derrocado Bosch, se instala en el Palacio Nacional el llamado Tiunvirato, presidido por el oligarca Donald J. Reid Cabral. Fue el reinicio del modelo represivo trujillista, lo que provocó el inicio un plan conspirativo dirigido por el Bosch y el doctor José Francisco Peña Gómez, en lo político, y el coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, en lo militar; éste último integraría al coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó al movimiento por el retorno de la constitucionalidad.

El 24 de abril.

Ya estructurado el movimiento anti triunvirato, es así que el sábado 24 de abril de 1965, en el programa en Radio Comercial, «Tribuna Democrática» del PRD, el doctor Peña Gómez llama el pueblo a la calle, bajo la consigna de «vuelta a la constitucionalidad» o lo que es lo mismo, el retorno de Bosch a la presidencia de la República sin elecciones. Todo, una vez recibe la información del capitán Mario Peña Taveras, de que había detenido al Estado Mayor del Ejército Nacional, con sede en el kilómetro 25 de la carretera Duarte.

Visto el respaldo del pueblo al llamado de Peña, se dan las condiciones para el derrocamiento del Triunvirato, lo que origina un enfrentamiento con los militares de la Base Aérea de San Isidro, bajo el liderazgo de Pedro Bartolomé Benoit y Elías Wessin y Wessin, quienes de inmediato iniciaron un férreo bombardeo aéreo a toda la parte occidental de la capital dominicana, incluyendo el Palacio Nacional, ocupado ya por los constitucionalistas.

Reunión en la Embajada de EE.UU.

Dada la tensión entre los dos bandos, surgió la idea entre las partes de llegar a un acuerdo que evitara mayor derramamiento de sangre. Por momentos tanto Peña Gómez como Caamaño, aún por horas, se habían refugiados en sendas embajadas. Para el día de la reunión, ya el coronel Caamaño tenía el mando de la parte militar de los constitucionalistas, y Molina Ureña había sido designado presidente de la República por el Congreso.

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Es así que el martes 27 de abril, el embajador yanki William Tapley Bennet, convoca a una reunión, en horas de la mañana, con la presencia de Molina Morillo y Caamaño por los constitucionalistas. Caamaño llega a la reunión un poco retrasado y el primer inconveniente surge cuando no se le permite entrar con su fusil al salón de reunión, algo que al final el coronel acepta.

Ahora bien, dada la actitud de arrogancia del embajador el encuentro terminó como la fiesta de los monos. Lo primero fue que el susodicho diplomático tardaba en darle la palabra a Caamaño y reflejaba no una actitud de mediador en un conflicto, sino que desde el principio se pudo percatar de que había el interés de imponer las posiciones de San Isidro y Estados Unidos.

Embajador detrás de Caamaño.

Visto que el ambiente de negociación iba en contra de los propósitos del movimiento y del país, el coronel Caamaño decide abandonar la reunión. Es ese momento en que Caamaño empieza su retirada del encuentro, y ya camino a la salida de la sede, el embajador le sigue los pasos y dice: «Coronel no se retire, tenemos que conversar». Es ahí cuando el bravo militar le dice al diplomático: «Embajador ya no hay tiempo para hablar».

Ya en la salida, Caamaño reclama su fusil al guardia que estaba en la garita y fusil en manos, y mirando firmemente al embajador le replica: «yo le voy a demostrar a ustedes que todavía hay dominicanos con dignidad».

Puente Duarte.

Para el momento en que el coronel deja plantado al embajador, ya la gente de San Isidro avanzaba por el Puente Duarte, por lo que Caamaño expresa a sus acompañantes al abandonar la sede diplomática: «Vamos al puente Duarte».

Así que al llegar el líder militar al puente se inicia una batalla que terminaría ya entrada la noche con la victoria de las fuerzas constitucionalistas. Ese martes 27 de abril sería el pase de Francis Caamaño a la inmortalidad.

Caamaño presidente.

El 4 de mayo de 1965, el coronel Caamaño fue designado por el Congreso Nacional como presidente constitucional de la República Dominicana.

Invasión EE.U., 28 de abril.

Derrotadas las fuerzas de San Isidro en la batalla del puente Duarte, el 28 de abril se da inició la segunda intervención norteamericana en nuestro país.

Fin de la contienda bélica.

Luego de encuentros y combates, esta intervención militar culminó con la suscripción del Acta de Reconciliación Dominicana del 31 de agosto de 1965, y posteriormente el Acto Institucional del 3 de septiembre del mismo año.

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