Redacción/elCorreo.do
SANTO DOMINGO: La estatal Empresa de Generación Eléctrica Punta Catalina (EGEPC) está de nuevo en la palestra por acusaciones de contaminar el medio ambiente, una denuncia que es frecuente por parte de grupos ambientalistas.
El consejo de administración de la planta negó este miércoles las alegaciones, y en un comunicado afirma que los argumentos difundidos, “carecen de fundamentos científicos”, argumentando que como empresa productora de energía, «nuestro compromiso inquebrantable con la sostenibilidad y la ética operacional».
Sostuvo que la central de generación «fue construida con tecnologías de vanguardia para minimizar cualquier posible impacto ambiental», recordando que todos sus procesos están avalados por RINA Consulting, la firma de consultoría independiente con más de 100 años de experiencia en la materia.
La nota destacó que «Punta Catalina fue diseñada con sistemas de contención que aseguran un manejo seguro del carbón desde el momento de su llegada al puerto, a través de un sistema herméticamente cerrado hasta su almacenamiento en depósitos regulados».
«Además, la gestión de residuos se realiza conforme a los estándares internacionales más estrictos», aseguró.
Dijo que los residuos son reutilizados en la industria de la construcción, en «una manifestación práctica de economía circular», aseguró.
La empresa advirtió que la desconexión de Punta Catalina, como pretenden las instituciones ambientalistas, tendría consecuencias catastróficas, reduciendo el suministro eléctrico del país en un 27 %.
«Una decisión de esa naturaleza es impensable porque tendría impactos negativos en diversos ámbitos, desde el económico hasta el social y político», apuntó.
EGEPC afirmó que el Instituto de Energía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) ha impugnado el informe de los grupos ambientalistas, señalando que carece de fundamentos y evidencias comprobables.
En ese sentido, señaló que los datos incluidos en el propio informe de los ambientalistas refutan la narrativa de contaminación, precisando que muestras tomadas en Baní “arrojan resultados por debajo de los límites permisibles establecidos en el país”.
De igual manera, la aclaración expresa su «consternación» por lo que considera una «agenda selectiva de ciertos grupos ambientalistas”, a los que invita a un diálogo constructivo “basado en datos objetivos y en el interés genuino de promover el bienestar de la comunidad y del país”.
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