Expertos temen Trump hará “de todo” para obstaculizar la transferencia de mando

Redacción/elCorreo.do
ESTADOS UNIDOS: Todo parece indicar que muchas de las formalidades del protocolo seguidas en el traspaso de mando en los Estados Unidos cambiarán del modo más radical que pueda imaginarse.
Ya lo dijo doña Ivana, la primera esposa del presidente Donald Trump de que éste odia ser perdedor y no cejará lo más mínimo en cuanto a admitir que perdió las recién pasadas elecciones.
Porque hasta el venidero 20 de enero, Trump hará lo indecible por hacer historia tratando de deslucir al que lo sustituirá mientras sea presidente en funciones.
Durante el período que resta para entregar el mando a Joe Biden, Trump ejercerá a plenitud las capacidades que le otorga el cargo, las que van desde dar órdenes al ejército y las fuerzas de seguridad hasta intervenir en conflictos armados.
Además, tomar decisiones sobre la gestión del coronavirus, uno de los problemas acuciantes de EE.UU, con más de 10 millones de contagios y superando el cuarto de millón de muertos.
Expertos temen que convierta la transición en un ejercicio de abusos de poder, enriquecimiento personal, auto indultos y purgas. Pero, ¿Qué vida la espera a Trump fuera de la Casa Blanca?
Según plantea la web de información general actualizada, NAIZ, como jefe de la administración, “Trump puede poner palos en las ruedas del proceso de transición e incluso llegar a paralizarlo”.
Y es que la actual situación a la que está conduciendo Trump a su país tiene antecedentes en la historia política estadounidense, con transiciones presidenciales difíciles.
Basados en lo anterior, los expertos en estos asuntos no apuestan a que ahora vaya a ser diferente.
El llamado espíritu de «juego limpio» ha quedado suspendido, al menos como tuvo lugar entre el mismo Trump y su antecesor Barack Obama o este y George W. Bush.
Como todo lo indica hasta ahora, Trump, como presidente saliente, debe ceñirse al protocolo del proceso post electoral, que incluye proclamar a los candidatos del Ejecutivo que hayan elegido en las urnas.
Establecido está que el perdedor pronuncie el discurso concesional. Es decir, el reconocimiento de la derrota y la cesión del cargo al vencedor, pero Trump se ha resistido a reconocer la victoria de Biden.
8,000 abogados
Prueba de que la batalla judicial será prolongada son los 8.000 abogados que ha contratado para una ofensiva legal que puede ser tan larga como complicada.
Por suerte, para enfrentar la decisión resumida en el «vamos a litigar», el presidente electo, Biden, ha logrado una victoria suficientemente amplia (más de casi cinco millones de votos directos y por encima de 75 delegados electorales) para despejar toda duda.
Otra dicha es que ya desde las filas republicanas varios líderes toman distancia del mandatario y aunque sin decirlo, con su actitud envían el mensaje de que desaprueban la decisión de litigar.
También el canal de televisión conservador FOX, ha dado indicios de desaprobación, lo que manifestó antes de su competencia CNN, que mantuvo en conteo inferior al que la primera otorgaba a Biden, por estar contando sufragio en el momento.
Líder senatorial
El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, expresó en su cuenta de Twitter una tenue posición sobre la legalidad del proceso auspiciado por el ex candidato.
De su lado, el senador cubano-americano por La Florida, Marco Rubio, después de decir que «no hay fraude en tardar varios días en contar los votos» lo complementó con otro defendiendo el derecho de cualquier postulado a ir a los tribunales si «cree que un estado está violando las leyes electorales».
La despedida del saliente
La usanza para despedir al presidente saliente es que éste acuda a la Casa Blanca y allí abordar uno de los helicópteros asignado al ocupante de la Oficina Oval, para trasladarse al lugar que señale como su destino final.
El ceremonial de despedida realizado el 20 de enero de 2017, cuando terminaba su mandato de ocho años Barack Obama s produjo así:
“El presidente de Estados Unidos (EU), Donald Trump, junto con el vicepresidente, Mike Pence, y el exvicepresidente de EU, Joe Biden, despidieron al ahora expresidente Barack Obama en el frente oeste del Capitolio.
“Después de la ceremonia de despedida del presidente saliente, Barack Obama tomó un helicóptero. Desde la salida de Gerald Ford en 1977, los expresidentes han abandonado el Capitolio en helicóptero.
Posteriormente el presidente y vicepresidente regresan al Capitolio para el almuerzo inaugural, acompañados de los miembros del Comité Conjunto del Congreso para Ceremonias Inaugurales.
Según se proyectan los actuales acontecimientos, esta última ceremonia se tiene la presunción de que no será posible realizar, contando con el saliente presidente Trump.
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