Redacción/elCorreo.do
SANTO DOMINGO: El mayor general retirado Miguel Ángel Cordero, experto en geopolítica, consideró que el Gobierno dominicano debe de manejar una diplomacia proactiva en todo lo relativo a las relaciones con el vecino país de Haití, al analizar conflicto por la construcción de un canal en el río Masacre.
En lo relativo al cierre de la frontera y la situación del comercio, dijo que son grandes emporios y hay muchos intereses encontrados, por lo que, entiende, el gobernante tiene que saberse manejar entre lo político, social y económico, pero que es difícil hacerlo porque no todo el mundo quedará satisfecho.
Señaló que se está dando un aspecto en la frontera: puntas de crecimientos étnicos que son proyecciones que se dan hacia territorio dominicano por la ocupación de espacio territorial en la frontera y que esto a mediano y largo plazo representa un problema migratorio, como en todos los países.
“Aquí no se sabe la población haitiana, como tampoco se sabe la venezolana, porque no se tiene un control ni una estadística real. Esa población a medida que se va aclimatando se va a producir una amalgamación, un problema que tienen los estados, porque la migración representa un problema a mediano y largo plazo”, señaló, en el programa Reseñas con Rafael Núñez y Adelaida Martínez.
Sobre los acuerdos entre ambos países, dijo que no vale la pena reclamar en un momento determinado cuando hay una crisis global “y nosotros no somos el foco ni de las potencias y más ahora con otros conflictos”.
“Tenemos todas las leyes, la de Migración, que ha sido obviada y el reglamento tardó mucho en aplicarse”, se quejó Cordero.
Otro aspecto que tocó fue el hecho de que recientemente la ONU aceptara a República Dominicana como miembro del Consejo de los Derechos Humanos, lo que dijo que, en su opinión, es un dardo envenenado.
“¿Por qué ahora, precisamente nos meten junto a Cuba que no conoce los DD.HH? Eso tiene un matiz hacia nuestra política con los vecinos de Haití”, aseguró.
Considera que no puede calificarse de fallido al Estado haitiano, porque entiende que esto ocurre cuando el mismo deja de existir y pierde, incluso, su reconocimiento ante la ONU. “En el caso de Haití, todavía es un Estado, que no funcione, es otra cosa”, aseguró.
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