Estiman ley de ciberdelincuencia generaría serias restricciones a la libre expresión del pensamiento

Redacción/elCorreo.do |
SANTO DOMINGO: De acuerdo a enfoques de medios locales difundidos este martes de convertirse en ley el proyecto sobre ciberdelincuencia sometido por el gobierno a las cámaras legislativas generaría serias restricciones a la libre expresión del pensamiento, garantizada en la Constitución de la República.
En su edición de este lunes el Listín Diario dice que proyecto de Ley en contra de la ciberdelincuencia remitido al Congreso Nacional por el presidente de la República, Luis Abinader, podría sancionar a un ciudadano con hasta cuatro años de prisión por publicaciones discriminatorias.
El decano de la pensa nacional dice que al menos, esto es lo que estipula el artículo 17 de esta pieza legislativa, en la que se indica que aquellos sean declarados culpables de haber usado un sistema de información para difundir alguna cuestión de carácter discriminatorio por ideología, color de piel, etnia, nacionalidad, religión, género u orientación sexual, enfrentaría una pena desde tres meses a cuatro años de cárcel.
También, el proyecto de ley establece una multa equivalente a desde los 200 a 500 salarios mínimos del sector público.
Igualmente, este artículo contiene otro párrafo en el que se señala los proveedores de servicios, a través de los que fue difundido el material discriminatorio, tendrán 24 horas para eliminar las referidas publicaciones. En caso de que no se cumpla con esto, precisa, serían multados con 200 salarios mínimos.
¿Qué son los sistemas de información? Son aquellos dispositivos que sirvan para generar, enviar, recibir, archivar o procesar información, documentos digitales y mensajes de datos.
El artículo de la discordia
“Artículo 17. Discriminación. El que, a través de un sistema de información, difundir o poner a disposición material y publicaciones de carácter discriminatorio por ideología, raza, color, ascendencia u origen nacional o étnico, de género, orientación sexual y religión será sancionado con la pena de tres meses a cuatro años de prisión y multa de doscientas a quinientas veces el salario mínimo del sector público.
Párrafo. Los proveedores de servicios deberán eliminar en un plazo de veinticuatro horas el material y publicaciones de carácter discriminatorio que se les haya notificado.En caso de no cumplir con la orden de eliminar dicho contenido podrán sancionados con multas de doscientas veces el salario mínimo del sector público”.
Injuria y difamación
La pieza legislativa abarca delitos como la difamación y la injuria, en caso de que se cometan mediante un sistema de información.Para la difamación la pena de prisión oscilaría entre dos a cinco años, con una multa entre 200 y 500 salarios mínimos, mientras que la injuria sería castigada con esa misma multa, pero sin tiempo encarcelado.Sin embargo, en ambos, la persecución del delito de difamación se promoverá a través de acción pública a instancia privada, o acción penal privada.
¿Qué es un delincuente?
Cuando oye los términos “ciberdelincuente” o “hacker”, ¿qué imagen le viene a la cabeza? ¿Un tipo turbio, tal vez con una sudadera negra con capucha, metido en un sótano oscuro mientras teclea furiosamente? Aunque esa imagen está en el subconsciente colectivo gracias a las películas y la televisión, los ciberdelincuentes de verdad son muy distintos: la ciberdelincuencia está increíblemente organizada y profesionalizada.
Los ciberdelincuentes compran y venden malware en línea (normalmente en la red oscura) y comercian con servicios que prueban la robustez de un virus, paneles de inteligencia empresarial que controlan la implementación de malware y soporte técnico (cuentan con una línea de asistencia para solucionar problemas con su servidor ilegal o cualquier otra maldad).
La profesionalización y proliferación de la ciberdelincuencia supone un coste anual enorme en daños que sufren personas, empresas e incluso Gobiernos.
A medida que Internet de las cosas evoluciona y los dispositivos inteligentes ganan popularidad, los ciberdelincuentes disfrutan de una superficie de ataque mucho mayor: más oportunidades para romper las medidas de seguridad, lograr acceso no autorizado y cometer delitos.