Colaboración/elCorreo.do
PERSPECTIVA: “Una mentira puede correr alrededor del mundo seis veces, mientras que la verdad todavía está tratando de ponerse los pantalones”. Mark Twain.
Viendo la estrategia comunicacional gubernamental, la cual se basa casi en endiosar la figura del presidente Luis Abinader, resaltando mediáticamente hasta los gestos de afectos entre él y la primera dama, doña Raquel Arbaje, tarea que le han arrebatado a las revistas del corazón y la han asumido como tarea palaciega, a veces me pregunto, si realmente ese equipo de estrategia planifica y/o analiza bien cuáles son los eslóganes o arengas adecuados para ser asumidos por el presidente y su equipo, y que estos puedan ser tumbados y despedazados por la oposición política y que en cierto modo se convierta en un boomerang contra sus autores.
El “no mires pa’tras”
Contrario a Génesis 19:26, que relata: “Pero la esposa de Lot miró hacia atrás y se quedó convertida en estatua de sal”, cuando los dominicanos miramos más atrás del 2020, no nos convertimos en estatua de sal, lo que vemos es qué antes de esta «tragedia gubernamental» llegar al poder, las condiciones de vida eran mejores, los precios de la canasta familiar no estaban por las nubes, la energía eléctrica era más barata, no habían estas largas tandas de apagones, los servicios públicos no estaban colapsados, la delincuencia era menor, y ciertamente, ante tantos desastres en este gobierno, es más cómodo pedirle a la población que “no mires pa’tras”, no porque ahora vamos bien, es para que no nos percatemos del desastre actual.
El desatino de “el poder de la honestidad”
Ahora, en su intento reeleccionista, al parecer, los asesores estratégicos, le han indicado al presidente Luis Abinader, que como arenga para buscar cuatro años más al frente del gobierno, él tiene todo el aval para trazarnos pautas y líneas en lo que es la HONESTIDAD como modo de vida y accionar político.
Quizás omite que el caso de los «Pandora Papers» donde se le menciona a él, un hermano y una hermana, que aparecen como dueños de dos compañías offshore creadas en Panamá: Littlecot Inc. y Padreso S.A. Eso no es HONESTIDAD.
Habla de honestidad, con un supuesto «gobierno eficiente», cuando este es uno de los menos eficientes que registre la historia. Eso no lo es.
Habla de honestidad, mencionando las calles desiertas, negocios cerrados y la población confinada en sus casas durante la pandemia del COVID-19, como queriendo dar a entender que todo se solucionó con un decreto presidencial, cuando todos sabemos el desastre con el uso de las vacunas y los cuestionamientos con las compras de estas. Eso no lo es.
Habla de HONESTIDAD, resaltando que a pesar de COVID-19 y la cansona justificación con la perorata de la «guerra en Ucrania», el turismo creció en la República Dominicana, como si una cosa tiene que ver con otra. Eso no es honestidad.
Habla de HONESTIDAD, también resalta la duplicación en ayudas sociales, cuando aquí hasta «los mamando» saben muy bien que uno de los grandes antros de corrupción de este gobierno, es el «Gabinete de Política Social», que dirige Francisco (Tony) Peña Guaba, quien desde inició de gobierno dio señales de cuál era la senda trazada, desde regalar cien millones de pesos a artistas por un concierto que no se realizó, hasta el criminal robo de los fondos asignados a pobres infelices, en la tarjeta SUPÉRATE, así como en todos los inventos que disfrazan como ayudas sociales. Eso no es HONESTIDAD.
Habla de HONESTIDAD, cuando se inventa unas cifras sobre supuesta construcción de miles de viviendas (le ponen una tabla a una casa) y eso lo cuantifican como construcción de una vivienda, el transporte público es un desastre de marca mayor, la OMSA la privatizó, seguro médicos disfuncionales, hospitales cayéndose a pedazos. Eso no es honestidad.
Habla de honestidad, con una supuesta defensa de nuestra soberanía, en un tiempo donde los dominicanos nos hemos sentido más vulnerables ante la masiva invasión haitiana, a las agresiones en contra de nuestro país, muchas de ellas hasta de los mismos funcionarios gubernamentales. Eso no es honestidad.
Habla de HONESTIDAD, quien durante toda su vida había enarbolado la bandera antirreeleccionista, que se jactaba de haber renunciado a un cargo honorífico en la CDEEE, a Hipólito Mejía, cuando éste buscó la reelección en el año 2004, que en sus «medias tours», por los medios de comunicación, pregonaba su antirreeleccionismo, de hecho, retaba a entrevistadores a que guardaran los videos y que se los llevaran al palacio nacional, mostrándole esas declaraciones. Eso no es HONESTIDAD.
Y para poner la flor en el pastel, habla de HONESTIDAD, quien en sus afanes reeleccionistas envía a inscribir su candidatura interna en el PRM, a otra supuesta antirreeleccionista de toda la vida. Doña Milagros Ortiz Bosch. Eso no es HONESTIDAD.
¿Se puede esperar más deshonestidad?
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