El nuevo comandante de La Victoria pretende aplicar orden por la fuerza

Redacción/elCorreo.do
SANTO DOMINGO: Las declaraciones filtradas a través de un video en las redes sociales en el que se observa al nuevo comandante de la penitenciaria de La Victoria, coronel José Rafael de los Santos, “hacerles entender a los privados de libertad que él será la autoridad en ese penal y no los detenidos”, han sido consideradas innecesarias.
Se considera que la actitud del oficial sólo debió circunscribirse a recordarles que sólo se limitará a cumplir el mandato de ley asignado a sus funciones, sin necesidad de amenazas, las que según las experiencias pasadas, en semanas o meses se desvanecen.
De los Santos se quitó la mascarilla “para que los internos puedan observarle”, comenzó su discurso de más de seis minutos, presentándose e informándoles que ellos eran los privados de libertad y los militares las autoridades, por lo que es importante el respeto entre todos.
“Ser el hombre más bueno, con el cual los detenidos pueden contar y acudir a mi oficina cuando lo ameriten, pero también el único hombre que le rompe los huevos adentro soy yo”, advirtió.
“El que me hiera un preso, aunque sea con un cortaúñas, que se prepare, recuerden que yo vengo en son de paz, traten ustedes que esa paz se mantenga”, dice el video compartido por el periodista Gilbert Guzmán.
De igual forma, les dejó claro que “el único jefe” (¿y la alcaidesa?) que tiene el penal es él y los probó (sic) “desde este momento quedaron destituidos”.
“Aquí dizque jefecito, ¿qué probó?, al probó es al primero que le doy lo suyo”, proclamó.
Sostiene que viene de la escuela del coronel Díaz Pérez, antiguo comandante del penal, quien de acuerdo a De los Santos cuando realizaba una requisa y encontraba algún arma, sacaba a los presos “y ya tú sabes que les hacía”.
“Aquí se acabó el relajo, el libertinaje que hay, aquí ustedes son los privados de libertad, ustedes no son igual que yo que pueden portar una pistola”, les recordó.
El responsable de mantener el orden interno en la Penitenciaría, se escucha decir que cualquiera que tenga cuchillo, “su lengua de mime”, destornillador afilado o cualquier otra arma, que la entregue “mañana a las 10 de la mañana”.
El viernes la Procuraduría General de la República, a través del director general de Prisiones, Roberto Hernández Basilio, informó que internos del penal de La Victoria entregaron armas blancas, teléfonos celulares, drogas y bebidas adulteradas que tenían en su poder, de forma voluntaria.
¿Por qué se permitían todas esas anormalidades, a no ser por el pago a los “jefes” del recinto carcelario? Ha sido una pregunta recurrente.
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