Redacción/ElCorreo.do
SANTO DOMINGO: ¿Dónde se encuentra ahora mismo el expresidente Danilo Medina que no ha podido ser localizado para conocer su reacción sobre la embestida contra su Gobierno por parte de las nuevas autoridades?
¿Está el saliente mandatario recluido en su residencia, en alguna villa turística o fuera del país?
¿Y los funcionarios, en especial Gonzalo Castillo, denunciados por las nuevas autoridades como parte de un entramado de actos de corrupción del pasado Gobierno cometidos en las últimas semanas de su gestión?
¿Han recibido instrucciones de su anterior jefe administrativo y ahora jefe político de guardar silencio?
Estas y muchas interrogantes más son parte del debate en los mentideros políticos y comunicacionales, ya sean presenciales o virtuales, dada la naturaleza de los cuestionamientos que en apenas una semana de funciones han emprendido los nuevos ocupantes del poder.
La pregunta que más inquieta es la correspondiente al paradero del expresidente, de quien se ha especulado pudiera estar descansando con su familia en la villa de algún allegado en Casa de Campo, La Romana, punto de encuentro del jet set internacional y local.
También se especula que pudiera haber salido del país a descansar, posibilidad que se descarga debido a las dificultades que existe con la pandemia del coronavirus, al cual Medina no se expondría.
Esta posibilidad ha salido a flote dada la tradición del dirigente político de ausentarse del país en otras ocasiones y tras jornadas extenuantes, ninguna de las cuales se pueden comparar con el último tramo de la administración Medina.
Algunos medios de comunicación han tratado de conocer la reacción del ex gobernante, lo que ha resultado imposible.
Esta ausencia lleva a otras preguntas no menos relevantes: ¿quiere Danilo asumir la regla no escrita de los 100 días de espacio que se conceden a los nuevos gobernantes o no quiere confrontar con su sucesor?
Sin embargo, el calado de al menos dos de los señalamientos de las nuevas autoridades es de un calado tal que difícilmente Medina pueda mantenerse ausente por esos 100 días, a no ser que prefiera con su silencio dar rienda a aquello de que “quien calla, otorga”.
Dos casos pesados
Los dos casos más pesados señalados por las autoridades envuelven miles de millones de pesos de fondos públicos manejados con criterio de propiedad privada.
Este viernes, el director de Presupuesto, José Rijo Presbot, aseguró que el Ministerio de Obras Públicas pagó RD$21 mil millones entre el 31 de julio y el 14 de agosto sin estar presupuestados ni tener los soportes ordinarios de la Contraloría General de la República y la Tesorería Nacional.
El funcionario dijo que dentro de esa suma se encuentran los 11,500 millones de pesos por la compra de hormigón asfáltico caliente que Gonzalo Castillo adjudicó grado a grado a empresas con las cuales se afirma tenía alguna relación.
“Pagaron 21 mil millones de pesos sin estar presupuestados, sin control previo de la Contraloría, sin los asientos en la Tesorería. Nada de eso tiene soporte legal”, dijo Rijo Presbot, acompañado del viceministro de Hacienda, Delvis de los Santos, a los periodistas en el Palacio Nacional.
Los 100 de Simón
El diario digital Acento inició desde este jueves la publicación de documentos referentes a disposiciones del consejo de administración del estatal Banco de Reservas, en los que se habrían adjudicado beneficios “por la excelente administración” de la entidad por parte de su administrador, Simón Lizardo Mézquita.
En la segunda entrega de la saga de la “serie Banreservas”, el director del medio digital, Fausto Rosario Adames, señala de manera documentada, que “fue en enero de este año 2020 cuando el Contralor del Banco de Reservas, Andrés Guerrero, remitió al Consejo de Directores su memorando “De política de pago de bono especial Administrador General del Banco de Reservas de la República Dominicana”, y que consecuentemente fue aprobado”.
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