Debate Trump vs Biden: ¿quién ganó el primer cara a cara por la presidencia de EE.UU?

Un debate que fue «el equivalente político de una guerra con comida».
«En 2016 Trump se enfrentó con éxito a Washington y al statu quo. Hacerlo nuevamente, después de haber pasado tres años y medio en la Oficina Oval, habría sido un desafío. La forma en la que lo podía lograr era usando la longevidad de Biden en la vida pública en su contra», opina Zurcher.
Racismo y supremacistas blancos
El debate agrupó los problemas raciales y la violencia urbana, y eso llevó a intercambios que dejaron claro que Biden se sentía más cómodo hablando sobre lo primero, mientras que Trump quería hablar sobre lo segundo.
Biden acusó al presidente de fomentar las divisiones racistas, mientras que Trump arremetió contra su rival citando el apoyo del demócrata a un proyecto de ley de 1993 contra el crimen, que condujo a mayores tasas de encarcelamiento de afroestadounidenses
El moderador ofreció a Trump la oportunidad de rechazar abiertamente la violencia de los supremacistas blancos y las milicias, pero el presidente reviró al vincular a la organización izquierdista Antifa con los demócratas.
«Wallace les había dado a ambos candidatos la oportunidad de atacar sus propias bases, lo que a veces puede ser una estrategia política inteligente. Pero ambos eludieron hacerlo», dice Zurcher.
Biden no aprovechó el tema de los impuestos
Cuando salió a relucir el reporte del diario The New York Times sobre los impuestos de Trump -quien presuntamente no ha pagado casi nada al fisco durante años- analistas políticos se preguntaron cómo manejaría esto durante el debate
Trump se defendió como en 2016, cuando se jactó de que conocía cómo manejar el código tributario y se jactó de ser inteligente por pagar poco.
«Biden trató de convertir el tema en una condena de la reforma fiscal aprobada por los republicanos. Si bien señaló que Trump pagaba menos impuestos federales que los maestros, ese mensaje, que pudo haber sido un ataque poderoso, quedó enterrado en la pelea verbal que siguió con el presidente», apunta Zurcher.
«Si las declaraciones de impuestos de Trump tienen algún peso como tema en esta campaña, no será por este debate», agregó.
«Esto no terminará bien»
El segmento de cierre del debate fue sobre la integridad de las elecciones y las preocupaciones, de ambos bandos, de que la elección no será libre y justa.
«Esto no terminará bien», dijo Trump en un momento, un sentimiento con el que muchos estadounidenses en ambos lados estarán de acuerdo, aunque por diferentes razones
Biden pidió que se contaran todas las papeletas y prometió respetar los resultados de las elecciones. Parecía que tenía algunos puntos más para concluir, pero Trump lo interrumpió nuevamente y luego Wallace anunció que el debate había terminado
«Fue el final repentino de una velada caótica que difícilmente puede llamarse debate en el sentido tradicional de la palabra. Estos eventos rara vez influyen en una elección de una forma u otra, y esta fue un lío tan confuso que parece poco probable que hayan cambiado la percepción de algunos», dice Zurcher.
«Probablemente sea una mala noticia para Trump, dado que una de sus verdaderas debilidades es que a muchos votantes de los suburbios les disgustan las maneras a veces groseras del presidente», continúa.
«Por otra parte, si el objetivo de Trump era convertir esta campaña en una alharaca desagradable, dejando a los votantes alienados y con la incertidumbre de si habrá algún tipo de claridad o resolución al final, bueno, fue un trabajo bien hecho».
Fuente: BBC Mundo
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