Redacción/elCorreo.do
SANTO DOMINGO: El consultor jurídico del Poder Ejecutivo, Antoliano Peralta Romero, dijo que la estructura actual de la Policía Nacional “parece haber cumplido su misión histórica”, por lo que afirmó “debe ser renovada”.
También comentó que el grupo de ciudadanos escogidos para trabajar en la reforma policial “van a dar confianza a esa actividad” que también contará con técnicos tanto locales como extranjeros.
“Yo pienso que todo con el tiempo hay que reformarlo. Esa estructura que tiene la Policía parece ya haber cumplido su misión histórica, y hay que renovarla, todo tiene que renovarse. Lo vamos a renovar, hace años que se habla de eso”, significó.
Luego de anunciar la disposición del Gobierno en ese sentido, el presidente Luis Abinader juramentó este martes un grupo de trabajo que estará a cargo de lograr una “reforma eficaz” a la Policía Nacional.
Los comisionados son ciudadanos de distintos sectores sociales, los que se enfocarán en sugerir las características deseables en el perfil de los nuevos miembros de la Policía Nacional.
Además, recomendarán las reformas legales necesarias y promoverán los reglamentos pendientes de la institución, así como sugerirán la actualización de los protocolos necesarios “a fin de lograr una cultura policial basada en el servicio a la ciudadanía, en la ética y protección de los derechos humanos”.
La comisión, creada mediante el decreto 211-21, está integrada por Servio Tulio Castaños, quien la preside, y Radhamés García, Juan Ramírez, Bautista López García y Rosalía Sosa.
También, Pedro Brache, Celso Juan Marranzini, Ricardo Nieves, José Luis Mendoza, Osvaldo Santana, monseñor Francisco Ozoria, Fidel Lorenzo, Mu-Kien Adriana Sang Ben, así como Héctor Guerrero Heredia, Carlos Manuel Estrella y Jorge Antonio López Hidalgo.
De igual manera, Fausto Mejía, José Francisco Torres, Carolina Santana, Manuel María Mercedes y Elena Viyella.
Por qué la reforma
Bajo ningún concepto puede continuar con el apañamiento de acciones delincuenciales de parte de quienes están llamados a enfrentar este tipo de conducta.
El sueldo del director de la Policía no le permite tener vehículos del año, residencia suntuosa en la ciudad y/o las montañas para veranear, fincas de grandes dimensiones, ganado…, sin dar las consabidas explicaciones del origen de los recursos invertidos.
Si eso es el superior, con ingresos mayores que sus iguales y subalternos, menos razón tienen estos, a menos que justifiquen ingresos millonarios por ganar una de las loterías o que recibieron una herencia millonaria.
Esa ostentación es lo que estimula a los demás, a llegar a la extorsión y otros delitos, sin recibir el castigo que dictan las leyes.
Que un policía, independientemente del rango que tenga, delinca en el ejercicio de sus funciones y sólo se le traslade a otra dotación y simularse que ha sido sancionado, son partes de las eliminaciones que debe contener una reforma policial.
Ascender a amigos, cómplices, familiares y otros privilegios, es deshonrar la institución y esa práctica es común y corriente allí. Pero también es criticable que por falta de “padrino”, un agente permanezca hasta 10 años en el mismo rango, sin ser promovido.
La razón de la policía
El fin último de todas las instituciones policiales es asegurar a la ciudadana la ausencia de riesgos y amenazas provocadas por la violencia criminal, también evitar que las personas sean afectadas y perciban amenazas por un delito o disturbio en el ámbito público y privado.
Por eso, en caso de que así suceda, el o los ciudadanos que fueren afectados habrán de ser auxiliado por las instituciones encargadas de la seguridad pública, la justicia penal y la sociedad quienes actuarán con eficacia y protegerán sus derechos.
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