Comparan «cleptocracia» de la República Dominicana con la de Malasia
Redacción/ElCorreo.do
SANTO DOMINGO: De confirmarse, aunque sea una parte de lo que desde hace tiempo se denuncia en programas de televisión y redes sociales, sobre hechos dolosos en áreas gubernamentales, no pocos ex funcionarios serán procesados por esos delitos, o al menos eso esperan amplios sectores de la sociedad dominicana que no se acostumbran a la normalidad de la “cleptocracia”.
Ese término proviene del griego clepto, que significa robo, y cracia que se define como poder, o lo que es igual al establecimiento y desarrollo del poder basado en el robo de capital, institucionalizando la corrupción y sus derivados como el nepotismo, clientelismo político y peculado.
Estos delitos quedan impunes debido a que todos los sectores ligados al poder están corruptos, desde la justicia, funcionarios de la ley y todo el sistema político y económico.
Por ejemplo, Alicia Ortega, en su programa El Informe, presenta hechos al comenzar la semana, los lunes, mientras Nuria Piera, en el suyo, lo hace al final, los sábados, con el común denominador de que cada señalamiento va acompañado de la documentación escrita u oral aportados por los mismos protagonistas o de testigos de primer orden.
Desde hace años, estas dos comunicadoras han pretendido sin lograrlo, que los responsables de investigar los casos denunciados de malversación, abuso de poder o aprovechamiento de una prominente posición gubernamental o privada, no se hagan los sordos, ciegos, mudos.
Un ejemplo de lo que podría pasarles a muchos de los señalados locales de ser “cletópcratas” se encuentra en lo que le acaba de pasar el ex primer ministro malasio, Najib Razak, quien gobernó su país de 2009 a 2018.
Razak fue condenado recientemente a 12 años de prisión por abuso de poder, así como declarado culpable de otros seis cargos: tres de lavado de dinero y otros tantos por de abuso de confianza.
Por cada uno de ellos fue sentenciado a 10 años de prisión, además de tener que pagar una multa de 50 millones de dólares. Todas las penas las cumplirá simultáneamente, aunque la condena, por ahora, es de 12 años, sujeta a la apelación.
El Fiscal General de Estados Unidos, William Pelham Barr, indicó que se trata de “el mayor caso de cleptocracia” pues se hurtaron unos 4,500 millones de dólares del “Fondo de Desarrollo Soberano de Malasia”.
Continuismo, corrupción y pérdida del poder
El caso de Malacia ha sido citado para comparar lo que alegadamente ha ocurrido en la República Dominicana, donde el partido gobernante durante 16 años consecutivos condujo al hartazgo popular de su manera de dirigir el país.
Hace varios meses el ingeniero y analista político Eulogio Santaella planteó en dos de sus artículos que tituló “El continuismo fue derrotado en Malasia” y “Mahathir retornó como independiente y derrotó el continuismo”, que la corrupción de Razak creó las condiciones para que la “Organización Nacional de los Malayos Unidos” perdiera el poder después de gobernar el país durante 61 años continuos, desde su independencia.
“Najib pertenece a la élite política y económica de la nación. Su padre Abdul Razak Hussein gobernó Malasia, siendo el segundo primer ministro de la nación. Najib fue ministro de Educación y de Defensa, y también viceprimer ministro en el 2004”, reseñó.
Observó que Nayib, apadrinado por el patriarca Mahathir, fue electo primer ministro en el 2009, y ejerció hasta 2018 cuando una coalición encabezada por el propio Mahathir derrotó al oficialismo, luego de haber abandonado el que fue su partido y en nombre del cual gobernó 22 años.
“El triunfo de la coalición opositora se logró porque Mahathir se reconcilió con Anwar Ibrahim, su archienemigo, a quien había encarcelado por sodomía, pecado mortal en un país musulmán. Mahathir le prometió a Anwar que le entregaría el poder después del segundo año de gobierno. No cumplió su palabra y se rompió la coalición”, continuó.
La acusación de corrupción contra Najib la incoó Mahathir tan pronto derrotó al partido de éste. Al caer Mahathir surgieron dudas acerca de si Najib podría ser condenado siendo su propio partido parte de la coalición gobernante.
Aquí, allá y acullá
En sus artículos, Santaella recoge ejemplos de distintos países del mundo donde el continuismo tiende a la baja.
“El régimen soviético se desplomó. Los años de dominio del Partido de los Trabajadores, en Brasil concluyeron con Dilma defenestrada y Lula en prisión. Correa fue condenado a 8 años de prisión por la justicia ecuatoriana.
“El boliviano Evo Morales está exiliado en Argentina. El PRI de México terminó en el 2000 su hegemonía de 71 años. En Malasia, la OMNO, tras 61 años de poder terminó en 2018 cuando el voto ciudadano condenó la corrupción y la impunidad.
“Aquí, el 5 de julio, con el triunfo de Luis Abinader, que derrotó el continuismo del PLD y de Danilo, a través de su títere, con el principal reclamo ciudadano del nombramiento y empoderamiento de un Procurador General de la República probo”, significó.
Concluyó planteando que ese procurador, con el debido proceso, habrá formular cargos bien fundamentados, “para que los jueces, de una vez por todas, hagan que prevalezca la ley y la justicia para erradicar la corrupción y la impunidad”.
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