Perspectiva

Banco de Reservas: pensión y la verdad

SONDEO/ Por Luis Encarnación Pimentel

Colaboración/elCorreo.do

Si es realidad que ”quien calla, otorga”, debo pedir permiso a mis lectores de 44 años, para defenderme, y poner en el tamaño y en el tiempo que corresponde, un aspecto personal que el morbo y el manejo irresponsable e incontrolado de las redes sociales han hecho circular de manera alegre en los últimos días, sin reparar en una imagen ganada por un prolongado ejercicio que procura siempre la verdad, la ética y los valores, sin intercambiar extorsión, chantaje o el silencio cómplice por beneficios particulares.

A diferencia de uno que otro “apertrechado” en digitales desde los que hacen cualquier tipo de ruido y daño, el autor no figura en ningún viaje pagado por la cuestionada empresa Odebrecht ni nunca ha estado acusado de delito o de falta alguna. ¡Dios me libre! Y voy al grano: En el 2015, tras nueve años y ocho meses ininterrumpidos, fui separado irregularmente por decreto como miembro del Consejo de Directores del Banco de Reservas, pese a haber sido designado por la Junta Monetaria del Banco Central, solo por mi posición crítica en el aspecto institucional y perfilar desacuerdo con tempranos aprestos de reelección del presidente Danilo Medina, por los sabidos trastornos.

A solo cuatro meses para los 10 años reglamentarios para la pensión a los miembros del Consejo, pero entonces con 65 años cumplidos, en vez de los 60 de edad requeridos, y 20 en el sector público—entre RTVD, Cámara de Diputados, Autoridad Portuaria, CENTROMIDCA y Banreservas—, me excluyeron del órgano colegiado días después que su presidente y luego Administrador me dijera que en mi columna: ”usted está tirando unas curvas!” (¿).

El gobernador Valdez advirtió la irregularidad y de Palacio le enviaron un oficio-solicitud para “enmendar” la pifia. Para no arriesgarme a que ”me venciera el Estado”, no recurrí la irregularidad oficial, sino que opté por reclamar la pensión que mandaba el Reglamento, no invento ni privilegio. El “visto bueno” se dio dos años después, en el 2017, sin retroactividad.

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Si de la salida del Banco hace cinco años y de la pensión tres, ¿por qué ahora el ruido, y meter un caso viejo y muy diferente en el paquete o en el mismo saco del “festival” que muchos, incluyéndome, le criticaron al pasado Gobierno?

Además, ¿por qué a mí de “mona”, que marqué diferencia y dejé mi impronta (y otros pocos); que no fui un “sí señor” y que, como dijera el ex vocero Orión Mejía: “Es que tú te echa mucha vaina”. Respondiéndole: “Es que a mí no me mandaron aquí solo a levantar la mano” (?). Fui víctima de la intolerancia política, por eso me irradiaron (¿).  encar-medios@hotmail.com

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